La Vanguardia asegura que este reordenamiento del capital llevaría aparejada una operación por un importe superior a los 8.000 millones, e implicaría la posibilidad de cambiar todo o parte del capital que está en manos de CVC y GIP -en torno a un 40 %- cuando estos planteen su salida, y añade que no es descartable que para llevarla a cabo fuera necesaria una opa. En todo caso, la entrada de un nuevo inversor con un porcentaje destacado requeriría del aval del Gobierno, ya que Naturgy es una compañía estratégica para España.
La idea de Faine, presidente de Criteria sería pactar formalmente con el nuevo accionista una especie de cogestión mancomunada, de manera que los intereses españoles tuvieran preeminencia y capacidad de veto en las grandes decisiones estratégicas.
Como se recuerda, desde 2000 a 2016 La Caixa y Repsol -entonces Gas Natural Fenosa- mantuvieron un pacto para social de esas características que garantizo la estabilidad de la entonces Gas Natural y su posterior conversión den Gas Natural Fenosa.
Por su parte, GIP, que entró en 2016 en Naturgy, ha sido adquirido recientemente por BlackRock y suma un 20,6 % del capital, mientras que CVC se convirtió en accionista de la energética en 2018 y, junto a la familia March, participa en el vehículo Rioja, que suma un 20,7 % del capital.
La operación podría ser la culminación de la reestructuración de las participaciones de Criteria, facilitando una etapa de tranquilidad dutrante un plazo relativamente largo.