«No solo debido a los mejores datos que vamos conociendo, sino también a la luz de la revisión del crecimiento hacia atrás, vamos a actualizar también nuestras previsiones», ha avanzado el ministro de Economía en una entrevista en el programa ‘Espejo Público’, de Antena 3.
Las últimas previsiones del Gobierno, actualizadas el pasado mes de julio, apuntaban a un crecimiento de la economía española del 2,4% este año y del 2,2% en 2025. Pero ahora, después de que el INE haya dado a conocer que el crecimiento del PIB fue mayor del esperado entre 2021 y 2023, el Gobierno probablemente volverá a elevar sus proyecciones para la economía, en línea con la actualización que están realizando organismos nacionales e internacionales.
Cuerpo ha destacado que España ha crecido más de lo que se anticipaba y la economía española se recuperó antes del efecto de la pandemia, tras conocerse los cálculos más recientes del INE que apuntan a que en 2023 el PIB se elevó al 2,7%, en 2022 al 6,2% y en 2021 hasta el 6,7%. Además, ha puesto en valor que se crearon más empleos y se creció de manera más responsable. «Ha bajado más nuestra ratio de deuda sobre PIB, ha crecido más nuestra renta per cápita. En definitiva, buenas noticias», ha incidido el titular de Economía.
Independientemente de las revisiones del INE, el responsable de Economía también ha recordado que el Banco de España ha actualizado sus previsiones para la economía española, hasta el 2,8%, «en línea con lo que está haciendo el consenso», que hace apenas una semana el conjunto de analistas -el Panel de Funcas- subió sus previsiones al 2,6% para este año 2024. «No es ninguna sorpresa que el Banco de España, que iba más retrasado en esa actualización, tenía que hacerlo en septiembre, lo haya hecho en esta dirección», ha remarcado el ministro tras rechazar las sospechas en torno a estas previsiones del Banco de España tras la entrada del exministro José Luis Escrivá como gobernador.
En todo caso, Carlos Cuerpo ha reconocido que es «consciente» de que el hecho de que la economía vaya «en la buena dirección y a un buen ritmo» no quiere decir que se haya llegado donde el Gobierno quiere estar, en materia por ejemplo, de desempleo juvenil. «Somos campeones de Europa en desempleo juvenil. La pobreza infantil está en unas cifras, yo creo que, inasumibles para un país como el nuestro. Y luego tenemos el problema de la vivienda», ha admitido el responsable económico del Gobierno.
Preguntado por los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025, Cuerpo ha subrayado que desde el Ejecutivo están «enfocados y poniendo todo su esfuerzo» en poner sobre la mesa unas nuevas cuentas públicas para que sean discutidos en el marco del Congreso. «No va a ser fácil esta discusión. Ya vimos el año pasado que es una discusión compleja y complicada, pero creo que tenemos que estar todos con una visión positiva y optimista en cuanto a llegar a un acuerdo», ha remarcado.
En caso de no salir adelante, el ministro ha recordado que España ya ha estado con presupuestos prorrogados en otras ocasiones y ha explicado que lo que tendría que hacer el Gobierno es reasignar las partidas que sobran en algunos ministerios, en algunos elementos de gasto.
Más allá de los Presupuestos, el Gobierno remitirá el próximo 15 de octubre el plan fiscal exigido por la nuevas reglas fiscales europeas, fecha que coincide con la presentación de lo que se conoce como plan presupuestario.
Sobre los salarios del Ejecutivo, el ministro ha asegurado que no tiene «ninguna queja en absoluto del sueldo que tiene ahora mismo como ministro». «Es un sueldo que además es público, es transparente y que ni siquiera está entre los más altos de mi propio Ministerio», ha remarcado. Ha recalcado que «en ningún momento» en su carrera profesional lo que le ha movido ha sido el sueldo que fuera a tener en los distintos puestos que ha ocupado. No obstante, ha reconocido que, en los últimos años, desde que ocupaba el puesto de subdirector en la autoridad independiente hasta el puesto actual de ministro en el Gobierno ha perdido en torno a un 30-40% de su salario.
«Es mucho más importante para mí en la decisión sobre las motivaciones a la hora de cambiarme de trabajo, la responsabilidad y el interés profesional y no el sueldo», ha enfatizado.