“Si se confirma el escenario base de las proyecciones de marzo, significa que seguimos teniendo trabajo por delante hasta asegurarnos de que se moderen las presiones inflacionistas”, ha comentado al respecto en el encuentro organizado por Brookings Institution. Tras haber subido 350 puntos básicos los tipos de interés desde el pasado mes de julio, la institución sopesa hasta qué punto necesita seguir endureciendo el coste del dinero. Aunque las tensiones bancarias no evitaron el último repunte de 50 puntos básicos, sí que contribuyeron a una notable moderación en el tono de la presidenta del BCE Christine Lagarde y a un enfoque aún más centrado en los datos.
Los datos a los que se encomendó la institución no son buenos. Aunque la inflación general desciende por el efecto base, la inflación subyacente ha demostrado ser la gran enemiga a batir. Así, la inflación general bajó en la zona euro al 6,9% en marzo desde el 8,5% anterior, sin embargo, la subyacente se elevó al 5,7% frenta al 5,6% de febrero.
“Algunos componentes de la inflación están comenzando a dar muestras de una cierta estabilización, pero los datos sugieren que esa estabilización sigue sin llegar al conjunto de los precios”, ha afirmado de Cos.
Las palabras del gobernador del Banco de España de este lunes se suman a las que el pasado viernes enunció su contraparte neerlandesa, Klaas Knot. En un tono más duro que le que ha utilizado de Cos, Knot se mostró convencido de que el BCE debe seguir endureciendo los tipos. “Está claro que no hemos terminado con las subidas de tipos de interés. La inflación subyacente en la zona euro está casi en el 6% y no puedes combatirla con un tipo de interés del 3%”, dijo en una entrevista con el periódico neerlandés NRC.