«Hay que ver si esas intervenciones son compatibles con ese mensaje», advirtió este martes el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE),de Guindos. «Hay que preguntarse también por la potencial reacción de los inversores institucionales», agregó durante su intervención en unas jornadas de la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) organizadas en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con el patrocinio de BBVA.
Su reacción tuvo lugar mientras que en Consejo de Ministros divulgaba su decisión de vetar la fusión de ambos bancos durante tres años, ampliables en dos adicionales. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, explicó en la rueda de prensa posterior que BBVA tendrá que mantener al vallesano con su «personalidad jurídica y el patrimonio separado».
La pelota queda así en la pelota del grupo vasco, que deberá analizar y decidir si aún le salen los números. BBVA ya había asumido la posibilidad de comprar y no fusionar Sabadell ante el fuerte rechazo social, empresarial y político que ha despertado la operación en Cataluña.
De Guindos eludió pronunciarse sobre operaciones concretas, recordó que el BCE ya emitió su opinión y aprobó la operación porque ambas entidades son solventes. «Sería frívolo» evaluar la decisión del Ejecutivo español, apuntó.
El vicepresidente del BCE reconoció que la ley capacita al Gobierno para intervenir por razones de interés general, modulando las condiciones o compromisos fijados por la CNMC. Agregó que hay otros países donde el Ejecutivo cuenta con la misma prerrogativa, pero sí advirtió de que «poner obstáculos» a las fusiones, «de alguna forma limita la credibilidad del discurso sobre la unión del mercado de capitales». «¿Cómo se compatibiliza lo que es un discurso en el cual estamos diciendo que hay que ir a una unión de mercados capitales, integración de mercados capitales y, simultáneamente, si desde el punto de vista de los poderes públicos se ponen dificultades a lo que es el proceso de integración?»