El primer acto, celebrado hace mas de un mes sirvió para saber que la política regional y local daba un paso al frente en esa batalla de liquidar uno de los periodos mas oscuros de la democracia española en la que todos aquellos grupos que tratan de deshacer la democracia parlamentaria y con ella la unidad de España han tenido su oportunidad de lograr sus objetivos incluida la segregación e independencia.
La reaccioin de Sánchez ante este varapalo fue la de no hacer examen, no reflexionar sobre lo que las urnas decían y convocar inmediatamente nuevas elecciones, esta vez generales para tratar de frenar la diáspora de los socialistas obligándoles a cubrir sus espaldas para tratar de mantener el poder en el bloque izquierdista, costase lo que costase.
El segundo acto de esta tragedia socialista ha sido el debate entre los dos posibles candidatos a gobernar España. El resultado, aunque esperada ha superado todas las expectativas de la derecha. Feijoo no es un hombre dado a la opinión pública, más bien todo lo contrario, y aun así los errores del socialista le han permitido salir triunfante de una de las pruebas mas duras a las que debe enfrentarse un candidato, el debate a cara de perro con el contrincante,
Pero el nerviosismo, la falta de medida en sus intervenciones, las ansias por no dejar hablar al contrario para ser siempre él, Sánchez el que opinase y dijese lo que le daba la gana en todos los temas terminaron, primero por poner en evidencia a los teóricos presentadores que no supieron ver mas allá de sus narices lo que Sánchez pretendía, y a la vez facilitar el camino de Feijoo que solo tuvo que replicar fría y serenamente las andanadas del todavía presidente, obsesionado, nadie sabe porque , con Vox y su posible entrada en un gobierno.
De todo lo demás que es lo que importa y para lo que se hace un debate, nada de nada.
Así que bastante tiempo perdido y un claro vencedor, Feijoo.