Uno de los dos motivos (en este caso, carry trade) parece haberse neteado, ya que se estima que una gran parte del volumen de operaciones habría logrado liquidarse ya.
Y en cuanto al temor a recesión en Estados Unidos, el dato de ayer de ISM de servicios tenía el poder de revertir la situación o ampliarla todavía más.
Buenas noticias para la economía, ya que muestra un dato general que entra nuevamente en expansión, lo cual pudo dar apoyo y soporte a las Bolsas, sobretodo tras los débiles datos de empleo y el catalizador del miedo: un desempleo que se disparó al 4,3%, niveles no vistos desde hace años.
Parece que lo peor ha pasado, pero debemos atender a los problemas de fondo, ya que lo ocurrido ayer fue generado por sentimiento de mercado, amplificado por el catalizador japonés que empeoró mucho la situación.
Los mercados venían reportando subidas extremadamente verticales, el último rally del mercado generó subidas del 15% en el S&P 500 en tan solo 90 días sin apenas correcciones, por no hablar de las subidas experimentadas desde octubre 2023 hasta abril 2024, que fueron del 28% con correcciones máximas del -2,20%.
El mercado necesitaba sanear las subidas previas, pero dicho saneamiento quedó eclipsado por un conjunto de factores importantes, provocando que el miedo y las caídas se agravasen de forma exponencial.
Podemos decir que lo peor ha pasado, pero sin descuidar los motivos de trasfondo más allá del carry trade. El temor a recesión en Estados Unidos sigue latente, la curva de tipos se desinvirtió (brevemente, pero lo hizo) y podríamos esperar una vuelta al terreno positivo más pronto que tarde, sabiendo las consecuencias que eso tiene para los mercados.
A partir de ahora, entramos en un contexto de mercado extremadamente sensible a la macroeconomía, ya que un dato bueno ayudará a calmar el miedo, mientras que datos malos volverán a alimentar la narrativa de recesión, y con ello las caídas en los mercados.
La narrativa de “cuanto peor, mejor” ya ha caducado, el mercado ya no responderá de forma positiva ante lo que antes se consideraba malo. Ahora lo malo será muy malo para el mercado y los inversores no dudarán en buscar refugio. Parece que el mercado retoma la cordura en la digestión de datos y los excesos han quedado saneados.
Por este y por más motivos, se espera un recorte de 50 puntos básicos hasta en un 100% de probabilidad para el siguiente mes.
A priori, descartaríamos una reunión de emergencia por parte de la Fed, no solo porque la macro parece dar algo de soporte momentáneo, sino porque el pánico y desconfianza podrían desatarse nuevamente, generando otro efecto amplificador en los mercados.
La reunión de Jackson Hole seguirá siendo clave para ver un nombramiento por parte de Powell al respecto de la situación, pero hasta entonces, el mercado parece haber hecho suelo y el flash crash producido por el carry trade de Japón parece haber neteado los cierres de operaciones, ya que vemos subidas. La macro será el hilo conductor del sentimiento de mercado durante las próximas semanas hasta conocer declaraciones e intenciones por parte de la Reserva Federal.