Según ha argumentado, el salario mediano en España es de 21.000 euros, “esto no alcanza ni los 1.500 euros en 14 pagas y esto no permite vivir con dignidad en muchas ciudades del país”, se ha quejado. Por eso, ha hecho un llamamiento a que cierre cuanto antes un AENC que permita subir los salarios “con carácter inmediato e inminente”.
Las negociaciones con la patronal vuelven a estar en punto muerto, al menos en el ámbito público. Los sindicatos retomaron justo antes de Semana Santa la mesa para el AENC con los empresarios y allí llevaron una nueva propuesta de incremento salarial del 5% retroactivo para 2022, del 4,5% para 2023 y del 3,75% para 2024, junto a una nueva cláusula de revisión salarial basada no solo en los precios sino también en los beneficios empresariales, elaborando para ello un nuevo indicador fiable de la marcha de las empresas en cada sector. Sin embargo, los empresarios han rechazado esta propuesta, nuevamente por la citada cláusula de garantía salarial y por la retroactividad de la recuperación salarial del pasado año.
Por otra parte, Díaz ha añadido otra reivindicación: “Junto a la subida de salarios, los trabajadores queremos tiempo libre, reducir la jornada sin recortar los salarios; por eso ha llegado el momento de cambiar la jornada laboral de 40 horas que existe desde hace un siglo”. En ese sentido, anunció que en breve su ministerio presentará el informe sobre una próxima Ley de usos del tiempo de trabajo que regulará nuevos tipos de jornada laboral.
Además de Díaz, a la manifestación de Madrid –a la que según la Delegación del Gobierno han asistido unas 10.000 personas y según los sindicatos han sido unos 60.000– han asistido otros tres ministros: la de Hacienda, María Jesús Montero; la de Igualdad, Irene Montero; y el de Consumo, Alberto Garzón.
Este ultimo se ha sumado al «ultimátum» sindical que exige llegar a acuerdos en los convenios «bloqueados» bajo la amenaza de un otoño marcado por movilizaciones y huelgas.
También Alberto Garzón ha puesto el énfasis en la necesidad de repartir los beneficios empresariales. El dirigente de Izquierda Unida (IU) ha considerado que las elevadas cifras de inflación registradas en el último año y medio «están empujadas, espoleadas por incrementos de márgenes empresariales abusivos».
Es mas, Garzón ha acusado a los empresarios de que «se aprovechan de experiencias vividas en los últimos años» para hacer recaer el coste de la crisis «sobre las espaldas de las familias trabajadoras».
«Tenemos que diseñar mejores formas para que se redistribuya riqueza también desde el punto de vista del consumo y los precios», ha dicho Garzón, «durante muchos años hemos escuchado que había que moderar los salarios. Ahora es el momento de decir lo que hay que moderar son los beneficios. Hay que subir los salarios para poder desarrollar un proyecto de vida que merezca la pena».