Además, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se niega a capitalizar la mayor parte del préstamo de 120 millones de euros que concedió a la ingeniería asturiana durante la pandemia.
Al mismo tiempo, la compañía intenta que el juez vuelve a alargar el plazo del preconcurso, que se abrió el 11 de diciembre y fue prorrogado el 11 de marzo por tres meses más. Sin embargo, la postura del juzgado es reacia, debido a la falta de avances. Duro Felguera necesita una inyección de capital de unos 35 o 40 millones de euros, pero ni la SEPI ni los accionistas mexicanos que ya han invertido ( Prodi y Mota-Engil México) se muestran dispuestos a meter más dinero.
En este escenario, la situación financiera de la firma asturiana es muy complicada, y los propios trabajadores han pedido a la empresa más claridad sobre su futuro.