«Nos enfrentamos a un año 2023 muy difícil, ya que la inflación sigue en cifras muy elevadas», ha afirmado el presidente de la compañía, Antonio Hernández Callejas, en su discurso ante la Junta de Accionistas, en el que ha destacado, no obstante, que los resultados del primer trimestre han mejorado los obtenidos en los tres primeros meses del año 2022, «lo que viene a demostrar la solidez del modelo de negocio» del grupo.
En este escenario, Hernández Callejas ha explicado que el consumidor sigue ajustando el coste de la cesta de la compra, aunque siga aumentando el consumo fuera del hogar y el turismo, a lo que se suma una situación de sequía grave que afecta a distintos países productores y que mantendrá elevados los precios de los arroces Japónica utilizados para paellas y risottos.
«En este 2023, los elevados precios y la persistencia de la sequía en España presagian un escenario complicado de materias primas a medida que vamos agotando nuestros inventarios», ha indicado el presidente de Ebro, refiriéndose al negocio del arroz. «Todos estos factores, que podrían suponer un incremento de costes de 220 millones de euros respecto a los de 2022, ponen de relieve la dificultad del presente ejercicio», ha subrayado Hernández Callejas, quien ha añadido que, pese al contexto «complejo», la compañía está «profundamente comprometida» en lograr que los resultados de este año «vuelvan a ser muy satisfactorios».
Hernández Callejas ha hecho un repaso del 2022, ejercicio en el que la compañía ha afrontado el primer año de su nuevo Plan Estratégico y en el que el impacto de la inflación ha supuesto una subida de costes de 234 millones de euros que el grupo ha tenido que compensar con «sucesivas subidas de tarifas», que en algunos países «han llegado a ser hasta tres». «Unos traspasos de tarifas cuyas negociaciones nunca son fáciles con la distribución», ha reconocido Hernández Callejas. «Hemos tenido que realizar sucesivos aumentos de precio para compensarlo, pero también implantar medidas organizativas y de reducción de costes para no tener que trasladar la totalidad de la subida al consumidor», ha añadido.
El presidente de Ebro ha destacado que «el resultado de toda esta situación es un retraimiento del consumidor, que busca más que nunca las ofertas promocionales de los supermercados y la marca blanca». Asimismo, ha subrayado que 2023 «seguirá siendo un año de elevado Capex», que, según ha indicado, se irá reduciendo en sucesivos ejercicios a medida que se vayan terminando los «ambiciosos proyectos» en los que está inmersa la compañía, que invirtió 118,8 millones en Capex en 2022.
En concreto, Ebro ha adquirido InHarvest en California y está trabajando en conseguir sinergias con Riviana, habiéndose alcanzado ya resultados «muy prometedores». Por otro lado, la compañía ha vendido Roland Monterrat por 22 millones de euros, lo que ha supuesto una pérdida de 20 millones, ya que su negocio no había conseguido cumplir las expectativas y tiene una reclamación abierta contra los antiguos propietarios.
«Tenemos presentada una reclamación judicial contra los antiguos propietarios, que de resolverse positivamente (como esperamos) compensaría las pérdidas en que hemos incurrido desde su compra», ha señalado.