El jefe del Estado, que fue recibido con una ovación en el anfiteatro del Fórum Evolución Burgos, se dirigió en su intervención a los más de 600 directivos de empresas familiares asistentes al evento, animándoles a «seguir avanzando» en la formación de las nuevas generaciones «para asumir con éxito los retos de la gestión empresarial». El monarca remarcó en sus palabras, también, la necesidad de continuar los avances en la «profesionalización, en la incorporación de las buenas prácticas de gobernanza.
«Creáis oportunidades allí donde nacisteis, en torno a vuestra actividad, impulsáis el desarrollo local y contribuís a mantener vivo el tejido económico y social de cada región», apuntó el jefe del Estado.
En este sentido, Felipe VI recordó que a lo largo de las diferentes ediciones de este evento, «las empresas han cambiado profundamente» con los tiempos, debido a los avances tecnológicos, el cambio del modelo productivo o las formas de liderar y gestionar los equipos, «pero hay algo que se ha mantenido igual», aseveró.
El monarca aclaró que lo que se ha mantenido, pese a esos grandes cambios, es «el deseo de proveer productos o servicios, de competir y de generar riqueza» pero también «el genuino afán de compartir, de construir juntos». Parafraseando el lema de este año del congreso, «Origen y Destino», el rey hizo una disertación en la que ensalzó las características de este tipo de empresas, en el que reiteró que el «origen» es «la historia de la empresa familiar», la de «personas comprometidas con un proyecto de vida que trasciende a lo profesional». En el caso del «destino», Felipe VI apuntó a la «voluntad de innovar, de mejorar, de adaptarse a entornos cambiantes y de responder a nuevas necesidades» todo ello «sin renunciar a vuestra esencia, sin perder la ilusión».
«No se trata solo de conservar un legado, sino de transformarlo y de hacerlo crecer entendiendo el presente como punto de unión entre origen y destino».
Tal y como apuntaron en la encuesta en tiempo real que se realizó al comienzo de esta jornada. Las empresas deciden permanecer en los territorios donde están ubicadas, principalmente, por su sentido de compromiso y responsabilidad hacia su entorno, además de por el fuerte arraigo que mantienen con la zona. Y así lo expresó el jefe del Estado: «Creáis oportunidades allí donde nacisteis, en torno a vuestra actividad impulsáis el desarrollo local y contribuís a mantener vivo el tejido económico y social de cada región», contó.
En ese sentido, la internacionalización es un punto clave, para Felipe VI, para seguir manteniendo ese arraigo con el territorio. «Esa capacidad de crecer dentro y fuera de nuestras fronteras demuestra que el arraigo local y la proyección global no son incompatibles, sino que se complementan y se refuerzan mutuamente».
El monarca fue despedido con otra importante ovación de los más de 600 asistentes, directivos de las compañías, pero también autoridades, al rematar sus palabras