Era una repetida demanda sindical, que la patronal rechaza de plano al considerarlo una iniciativa intervencionista. Uno de los elementos que en estas semanas azuzaba la polémica, como es que se utilizara el observatorio para presionar a la patronal en la negociación el Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), ha quedado superado dado que esta semana CEOE y sindicatos han cerrado este pacto salarial. Mientras, el Ministerio de Economía acelera los preparativos de un organismo que quedará bajo el control de Nadia Calviño y que estará listo muy pronto. “El observatorio estará operativo como muy tarde después del verano”, anticipan a La Vanguardia fuentes de Economía.
Para llevar a cabo su labor, no se requerirá a las empresas que aporten ningún tipo de información adicional, sino que se trata básicamente de utilizar la que ya está disponible en el Banco de España, la Agencia Tributaria y el INE, para “unificar y analizar los mensajes procedentes de estos organismos”.
A partir de estos análisis, se publicarán informes trimestrales, con el objetivo de que los agentes sociales y también los analistas dispongan de más información y más cualitativa, sobre los beneficios que obtienen las empresas. El objetivo es mantener competencia efectiva en los mercados y una adecuada distribución de las rentas
“Se trata de dar más claridad al debate. Es importante hacer pedagogía sobre lo que son los márgenes empresariales, que son un factor relevante para garantizar la inversión y la contratación a medio plazo”, dicen en Economía, y añaden que los resultados se ofrecerán desagregados por sectores empresariales, aunque en este terreno apuntan que hay limitaciones importantes. El problema es que la cantidad de información de que se dispone es muy asimétrica dependiendo del sector, con lo cual la fiabilidad de los análisis también variará. “El objetivo es disponer de información de los márgenes por sectores, siempre y cuando la cobertura, es decir la información disponible por sectores, sea lo suficientemente robusta y representativa”, dicen estas fuentes. Este punto es un reconocimiento de las limitaciones con que se topará la valoración de los beneficios que obtengan las empresas, dado que la cobertura es muy distinta según las áreas, con mucho más detalle en los sectores con mayor número de empresas y en cambio, mucho menos en aquellos en que abundan las PYMES y los autónomos.
Esta semana, en el mismo acto de la firma del AENC, volvieron a surgir las posiciones contrapuestas que exhiben patronal y sindicatos respecto a este observatorio encargado de analizar lo que ganan las empresas. Allí donde la CEOE ve un intervencionismo inaceptable, las centrales sindicales lo consideran un ejercicio de transparencia y una información muy útil para el diálogo social.
“No compartimos este observatorio si para lo que está es para que el Gobierno nos dicte lo que hay que hacer”, dijo el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y añadió que “todo lo que sea intervención en estos asuntos no es bueno. En ese observatorio, habría que ver cuando se habla de expertos. Siempre se habla de expertos, siempre se colocan los que interesa a cada parte… pensamos que para eso está la negociación colectiva”.
Es la posición habitual de unos empresarios que se sienten señalados por el Gobierno, especialmente por la parte podemita del Ejecutivo, incidiendo sobre los beneficios empresariales que consiguen las empresas, mientras que los trabajadores asumen una pérdida importante del poder adquisitivo. Frente a esto, en la patronal afirman que las empresas “tienen que ganar dinero” para poder invertir y conseguir que la economía funcione. “Se unificarán y analizarán” los mensajes del Banco de España, el INE y la Agencia Tributaria
A las quejas por considerarse criminalizados por las declaraciones de miembros del Gobierno, se añaden también las criticas a los impuestos establecidos temporalmente a las grandes empresas energéticas y a los bancos para ayudar a pagar las medidas contra la inflación. Unos pagos que ya han tenido que empezar a afrontar en el primer trimestre de este año.
La posición de los sindicatos es, en cambio, radicalmente distinta. En el mismo acto de firma del AENC, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, defendió la iniciativa aunque criticando al Gobierno por ponerlo en marcha sin contar con ellos. “Me gustaría que estuviera vinculado a la transparencia de la economía de nuestro país, y que se pudiera trasladar a la concertación social y que pudiéramos participar sindicatos y patronales, que no hemos participado en el proceso hasta hoy”, dijo Álvarez.