El propio secretario de Estado de Economía en funciones, García Andrés, ha incidido en que la situación de interinidad del Gobierno ha llevado a no tomar hasta la fecha ninguna decisión sobre las medidas que expiran a finales de este año. «El Gobierno adoptará las medidas que corresponda, analizando su funcionamiento y adaptándolas a las necesidades de la economía», ha señalado en un encuentro con los medios donde también ha apuntado a que, por el lado de los gastos, se aprobarán la revalorización de las pensiones conforme a la ley (referenciadas al IPC) y la subida de los sueldos de los funcionarios que se pactó con los sindicatos.
En relación a la actualización del cuadro macroeconómico que acompaña al plan, García Andrés ha defendido que los supuestos que incorpora son «muy prudentes», también en lo que respecta al precio del crudo, en plenas tensiones geopolíticas con la guerra entre Israel y Hamas y el recorte del bombeo por parte de los países productores. «El conflicto en Oriente Medio ha estallado hace unos días, estamos viendo el efecto a corto plazo, pero esas previsiones (del precio del petróleo) son prudentes y reflejan un escenario de volatilidad y posibles riesgos de presiones en los precios internacionales de la energía que forman parte del escenario con el que trabajamos».
En relación a la diferencia entre los cálculos que hace el Ejecutivo en funciones y los que han publicado recientemente organismos como el Fondo Monetario Internacional -que rebaja al 1,4% el crecimiento del PIB el año que viene frente al 2% que contempla Economía-, el secretario de Estado ha defendido que ya en 2023 el avance está siendo superior a todas las previsiones que había sobre la mesa hace un año, y que el Gobierno en funciones es el último en hacer público su nuevo cálculo. «Para el año 2024 seguimos en esa misma tónica de prudencia en la elaboración de las previsiones», ha asegurado, defendiendo que el crecimiento del 2% se asienta sobre todo en una base sólida de consumo y de inversión doméstica, así como en el tirón de las exportaciones de servicios no turísticos.
El alza del empleo y de las rentas compensará la subida de tipos
En relación a la subida de los tipos de interés y a la advertencia del propio Banco Central Europeo de que el mayor impacto en las economías tendrá lugar el año que viene -por el retraso habitual en la transmisión de la política monetaria- Andrés asegura que el Ejecutivo ha tenido en cuenta el aumento del coste de las hipotecas, de la inversión para las empresas, pero considera que hay otros factores como el empleo, las rentas salariales, el impacto del plan de Recuperación o el hecho de que la deuda de familias y empresas se sitúe en mínimos de 2002, que más que compensarán el efecto de las subidas de tipos.
«El entorno en el que estamos trabajando es muy complejo, no dejan de aparecer elementos de incertidumbre», ha reconocido, para precisar que son precisamente el contexto internacional y la dificultad del contexto geopolítico, junto con las dificultades que para la economía europea y española suponen los aumentos del precio del dinero aprobados por el BCE para atajar la inflación los dos factores que marcan la revisión del escenario macroeconómico.