Esto supone un empeoramiento de dos puntos porcentuales respecto a los niveles de impacto de hace un año. De hecho, el 84% de las empresas detecta un deterioro en los niveles de solvencia o liquidez de sus clientes.
Como causa principal del deterioro del riesgo de crédito y de la capacidad de pago de su cartera comercial, el tejido productivo señala especialmente el incremento de la inflación (mencionado por el 63% de las empresas), seguido del crecimiento de los costes financieros (50%), la evolución de los costes energéticos (50%), los problemas de la cadena de suministro (23%) y las tensiones geopolíticas (20%).
El porcentaje de empresas que menciona los efectos de los costes financieros sobre la solvencia y liquidez de sus clientes se ha incrementado en 14 puntos respecto a los niveles de hace un año, en línea con el endurecimiento progresivo de la política monetaria. De hecho, el 76% de las empresas prevé que la subida de los tipos de interés afecte a sus propias capacidades para acceder a financiación. El 14% del tejido empresarial espera que el impacto sea alto.
Las empresas prevén mayoritariamente para el cierre de 2023 crecimientos tanto de la facturación (51%) como del beneficio (49%), muy por encima de las empresas que esperan caídas de ambas magnitudes (21% y 26%, respectivamente).