Un 34,2% de los encuestados prioriza este factor por encima de otros como la conciencia medioambiental (22,9%) o la necesidad de adaptarse a zonas de bajas emisiones (16,9%).
Los resultados indican que un 31,9% de los encuestados optaría hoy por un coche eléctrico puro o híbrido enchufable, frente al 20,8% que se decanta por el diésel. La gasolina sigue siendo la opción más habitual (36,4%), aunque el interés por las alternativas electrificadas continúa ganando peso.
Entre las barreras identificadas para el avance del vehículo eléctrico, el estudio señala el precio de adquisición (19,2%), la autonomía (18,3%) y la incertidumbre tecnológica (14,4%). A estos factores se suman la falta de infraestructura de recarga (8,9%), las dificultades para instalar un punto de carga en el domicilio (8,5%) o la falta de información clara (6,5%).
El estudio también pone en valor el papel de los concesionarios en este proceso. “Los concesionarios están en el centro del proceso de decisión. Son quienes explican, resuelven dudas, comparan tecnologías y generan confianza. Si queremos que el coche eléctrico llegue a más hogares, tenemos que fortalecer su papel como canal vertebrador de la movilidad del futuro”, ha subrayado.
La encuesta, en la que han participado 5.000 personas, constituye el mayor estudio demoscópico sobre hábitos de compra en concesionarios realizado hasta la fecha en España. El trabajo de campo, representativo a nivel nacional y con cobertura en todos los perfiles sociodemográficos y comunidades autónomas, ofrece una visión detallada sobre la evolución del mercado.