Aunque no está nada claro que Trump tenga la potestad para hacerlo, la reacción del mercado fue violenta e inmediata, y durante unos minutos se repitió el «sell America trade» que sacudió al mundo en abril: las acciones, los bonos y el dólar se vendieron sin piedad al unísono. Una vez más, la feroz reacción del mercado obligó a la administración Trump a dar marcha atrás y el propio Trump se apresuró a desmentir que esta medida fuese inminente. Aunque el mercado se recuperó con la misma rapidez con la que cayó y el dólar logró cerrar la semana con una ligera subida frente a la mayoría de sus homólogos, el episodio sirvió para recordar los riesgos que el caos trumpista entraña para los mercados y el papel clave que estos últimos están desempeñando para frenar los impulsos caóticos del presidente.
Ahora que, con suerte, la cuestión del liderazgo de la Reserva Federal parece haber quedado zanjada, por el momento, la atención del mercado debería volver a centrarse en los impredecibles titulares sobre los aranceles, a medida que se acerca la fecha límite del 1 de agosto. A parte de esto, el jueves parece que va a ser un día inusualmente volátil. A parte de la reunión de julio del BCE, se publicarán los PMI de todas las principales zonas económicas. Además, una serie de datos de segundo orden nos ayudarán a confirmar o descartar las narrativas económicas que se han ido desarrollando en las últimas semanas: la resiliencia de EE. UU., la actividad estable pero estancada de la zona euro y la preocupante desaceleración del Reino Unido.
EUR
Se espera que el Banco Central Europeo mantenga los tipos en su reunión de julio de este jueves. La reunión en sí misma probablemente no tendrá mucha repercusión, ya que no se actualizarán las previsiones económicas y la presidenta Lagarde será lo más evasiva posible. Esperamos que el Consejo de Gobierno ofrezca pocas orientaciones sobre el futuro de la política monetaria y que deje abiertas todas las puertas.
Dado que el ciclo de recortes prácticamente ha concluido, la atención se centra ahora en la guerra comercial con Estados Unidos. Los mercados están aumentando poco a poco sus expectativas para la tasa arancelaria impuesta a la UE, ya que las negociaciones comerciales parecen avanzar lentamente y se acerca la fecha límite del 1 de agosto. Se espera que el PMI de julio vuelva a mostrar un crecimiento lento, pero suficientemente elevado para mantener la economía cerca del pleno empleo.
USD
Más allá de los titulares sobre Powell, la economía estadounidense sigue mostrando resiliencia, incluso cuando el impacto inflacionario de los aranceles se empieza a materializar. Las ventas minoristas, las solicitudes semanales de subsidio por desempleo y la producción industrial superaron las expectativas la semana pasada. Si bien las cifras de inflación no se desviaron mucho de lo previsto, la inflación subyacente repuntó ligeramente, un indicio de que se están empezando a agotar algunas provisiones acumuladas antes de la entrada en vigor de los aranceles.
El pleno empleo, el crecimiento saludable de la demanda, el enorme déficit fiscal y la firmeza de la inflación no son compatibles con una política monetaria más laxa. Creemos que la Fed resistirá a la presión de Trump y mantendrá los tipos sin cambios la próxima semana. Tampoco hay mucha presión sobre el FOMC para que señale que los recortes son inminentes. Los mercados siguen considerando un recorte en septiembre como el escenario base, pero los sólidos datos de la semana pasada han puesto en duda este supuesto, lo que ha impulsado al dólar frente a casi todas las demás divisas.
GBP
Los datos publicados la semana pasada en el Reino Unido arrojaron un claro indicio de estanflación. La inflación sorprendió al alza, en particular la subyacente. La inflación de los servicios se mantiene cerca del 5 %. El desempleo repuntó y el número de empleados asalariados se redujo por quinto mes consecutivo, aunque la enorme caída del mes anterior se revisó al alza. Estas noticias contradictorias colocan al Banco de Inglaterra en una situación extremadamente difícil. Aunque seguimos esperando que el Comité de Política Monetaria (MPC) vuelva a bajar los tipos en la reunión de agosto, la reciente tendencia al alza de la inflación probablemente lleve al banco a adoptar un tono cauteloso y un ritmo de recortes muy gradual.
Los malos datos de las últimas semanas se reflejan en la lenta caída de la libra esterlina frente al euro, mientras que se mantiene firme frente al dólar. Por otro lado, los PMI han tenido un mejor comportamiento que los datos reales rezagados. Por lo tanto, la publicación del índice esta semana cobra mayor importancia aún.