«Se podría estar gestando una década perdida para la economía mundial. La disminución en curso en el crecimiento potencial tiene serias implicaciones para la capacidad del mundo para enfrentar la creciente variedad de desafíos exclusivos de nuestro tiempo: pobreza persistente, ingresos divergentes y cambio climático. Pero esta caída es reversible. El límite de velocidad de la economía mundial se puede aumentar mediante políticas que incentiven el trabajo, aumenten la productividad y aceleren la inversión», destaca Indermit Gill, economista jefe del organismo.
El BM considera que el «límite de velocidad» de la economía mundial, la tasa máxima a largo plazo a la que puede crecer sin provocar inflación, se desplomará a «un mínimo de tres décadas para 2030», y estima que es necesario «un impulso político ambicioso para impulsar la productividad y la oferta laboral, impulsar la inversión y el comercio, y aprovechar el potencial del sector de servicios».
La entidad espera que, entre 2022 y 2030, el crecimiento promedio del PIB potencial mundial disminuya en aproximadamente un tercio de la tasa que prevaleció en la primera década de este siglo, al 2,2% anual, con una caída que será «igualmente pronunciada» para las economías en desarrollo, que pasarán del 6% anual entre 2000 y 2010 al 4% anual durante el resto de esta década.
Además, desde el Banco Mundial alertan de que «estas caídas serían mucho más pronunciadas en caso de una crisis financiera global o una recesión». En un análisis realizado por el organismo muestra que el crecimiento potencial del PIB se puede impulsar hasta en 0,7 puntos porcentuales (a una tasa promedio anual de 2,9 %) «si los países adoptan políticas sostenibles y orientadas al crecimiento».
«Le debemos a las generaciones futuras formular políticas que puedan generar un crecimiento sólido, sostenible e inclusivo. Se debe hacer un impulso político audaz y colectivo ahora para rejuvenecer el crecimiento. A nivel nacional, cada economía en desarrollo deberá repetir su mejor registro de 10 años en una variedad de políticas», destaca Ayhan Kose, autor principal del informe y director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
Entre las medidas que la entidad propone para que la economía mundial alcance su potencial de crecimiento, se encuentra la alineación de los marcos monetarios, fiscales y financieros, ya que «los marcos sólidos de políticas macroeconómicas y financieras pueden moderar los altibajos de los ciclos económicos».
También enumera el aumento de la inversión en áreas como el transporte, la energía y la agricultura; la reducción de los costes comerciales, la capitalización del sector servicios y una mayor participación de la fuerza laboral.