Aunque rebajó sus proyecciones de inflación para 2024 (del 3,2% al 2,7%) y prevé alcanzar el objetivo del 2% en 2025, Lagarde fue tajante al decir que no hubo ningún tipo de discusión sobre posibles recortes de tipos y recordó que la política monetaria que asumen sus proyecciones de inflación es claramente más restrictiva que la cotizada por los mercados. Asimismo, el BCE apuntó a un indicador que ha mejorado mucho menos y les preocupa más: la inflación doméstica, cuya evolución es más incierta y sensible a las dinámicas de salarios y márgenes empresariales. Por otro lado, el BCE anunció la estrategia para concluir las reinversiones del PEPP a finales de 2024, en una decisión que Lagarde calificó de “normalización del balance” y totalmente independiente de la política de tipos.
Puntos clave
El BCE no quiere bajar la guardia en su lucha contra la inflación: en la reunión de hoy mantuvo los tipos de interés en su pico (depo al 4,00%, refi al 4,50%) y se revolvió contra unas expectativas de mercado que cotizan recortes de tipos agresivos en 2024, reiterando la visión de una política monetaria restrictiva durante “un periodo suficientemente largo”. El BCE celebró el descenso de la inflación en los últimos meses y la fuerte transmisión del endurecimiento monetario, con lo que rebajó sus proyecciones de inflación para 2024 y prevé alcanzar el objetivo del 2% en 2025. Sin embargo, Lagarde recordó que la política monetaria que asumen estas proyecciones es claramente más restrictiva que la cotizada por los mercados:
En los últimos días, los mercados ponían en precio un primer recorte del BCE en marzo de 2024 y apuntaban a bajadas de 125-150 p. b. en el acumulado del año. En cambio, las proyecciones del BCE se cerraron con los tipos implícitos cotizados el 23 de noviembre, cuando los mercados descontaban un primer recorte entre abril y junio de 2024 y un total de 75 p. b. de bajadas en el conjunto de 2024.
Además, frente a la mejora generalizada de los datos de inflación, Lagarde apuntó a un indicador que ha mejorado mucho menos y les preocupa más: la inflación doméstica. Su evolución, sensible a las dinámicas de salarios y márgenes empresariales, es más incierta y, como ya señalaban algunos miembros del CG, es difícil valorarla sin los datos que se conocerán en el primer semestre de 2024. Así, Lagarde dijo tajantemente que no hubo ningún tipo de discusión sobre recortes de tipos, y que al BCE todavía le queda trabajo por hacer en su lucha contra la inflación: quizás no con más incrementos de tipos, pero sí con una estrategia de mantenerlos en niveles restrictivos. Por otro lado, como detallamos abajo, el BCE anunció que concluirá las reinversiones del PEPP a finales de 2024, con una estrategia de gradualidad y relativamente parecida a la que utilizó con el APP.
El BCE tiene un indicador de inflación doméstica que define con los componentes del IPCA que tienen un bajo contenido importador (no mayor del 18%).2. El anuncio fue acorde con nuestras expectativas y la discusión presentada en el Observatorio BCE del 11 de diciembre. Bajo la estrategia anunciada, la reducción del balance del BCE en 2024 será suave y el exceso de liquidez continuará siendo significativamente elevado.