El Banco Central Europeo ha advertido este martes a la banca de una serie de retos financieros, inflacionarios, geopolíticos y de desaceleración económica. Estas preocupaciones a las que se suma la decepción del mercado por varias medidas que pueden afectar la rentabilidad de las entidades, como los impuestos al sector. Así lo ha comunicado en su última rueda de prensa en calidad de presidente del Consejo de Supervisión del BCE Enria, quien ha señalado que los bancos van a tener que lidiar con los desafíos de unas condiciones financieras más estrictas, así como con una inflación persistentemente elevada y tensiones geopolíticas. Enria sostiene que, en mitad de rápidos ajustes macroeconómicos y mayor incertidumbre, los inversores miran más allá de las métricas regulatorias y los indicadores de desempeño estándar, y examinan «el valor económico de los bancos y buscan cualquier signo de debilidad en sus modelos de negocio».
Durante la presentación de los resultados del proceso de revisión y evaluación de 2023, Enria afirmó que es probable que la normalización de la política monetaria afecte aún más el costo de financiación de la banca y los márgenes de interés en el futuro. La rentabilidad también «se verá amenazada por riesgos emergentes a la baja, incluidos el riesgo crediticio y las pérdidas de valor razonable», añadió. «Estas preocupaciones –sumadas a la decepción de los inversores por el hecho de que algunos gobiernos introduzcan impuestos, gravámenes u otras políticas públicas que afectan negativamente a las ganancias netas de los bancos– también se reflejan en el hecho de que las actuales valoraciones de mercado de los bancos de la eurozona no han superado sustancialmente los niveles previos a la pandemia», sostiene «A pesar de los avances logrados en los últimos años, las relaciones precio-valor contable persistentemente bajas indican que los inversores siguen siendo escépticos sobre la sostenibilidad a largo plazo de las elevadas ganancias de los bancos».
Por otra parte, el BCE mantendrá sin cambios los requisitos de capital, ya que las entidades de crédito tienen colchones y liquidez «sólidas», si bien exigirá a los bancos que refuercen la capacidad de resistencia ante perturbaciones macrofinancieras y geopolíticas inmediatas. «El sector bancario de la zona del euro siguió mostrando fortaleza y resiliencia en 2023», ha señalado Enria, en su última rueda de prensa en este cargo para presentar los resultados del último proceso de revisión y evaluación supervisora.
En promedio, las entidades de crédito mantuvieron posiciones de capital y de liquidez sólidas, muy por encima de los requerimientos regulatorios. La rentabilidad de las entidades recuperó niveles no observados en más de una década, lo que refuerza su capacidad para hacer frente a perturbaciones externas, como mostraron los resultados de la prueba de resistencia a escala de la Unión Europea (UE) de 2023, ha asegurado el organismo europeo. El BCE explicó además que ha reorientado ligeramente sus prioridades supervisoras para los próximos tres años.
Así, para reforzar la capacidad de resistencia de las entidades ante perturbaciones macrofinancieras y geopolíticas inmediatas, el BCE pedirá a las entidades que subsanen las deficiencias en sus marcos de activos y pasivos, y en su gestión del riesgo de crédito y de contraparte. Las entidades también deben acelerar la corrección efectiva de las deficiencias en el gobierno interno y en la gestión de los riesgos relacionados con el clima y medioambientales.
Por último, deben seguir avanzando en su transformación digital y en la elaboración de marcos sólidos de resiliencia operativa. Enria advirtió en la rueda de prensa de que las débiles perspectivas macroeconómicas y el endurecimiento de las condiciones de financiación siguen siendo «una fuente de riesgo».
La rápida subida de los tipos de interés ha favorecido la rentabilidad general de las entidades, pero este efecto disminuirá a medida que trasladan esas subidas a los depositantes, alertó la entidad supervisora de los bancos. Al mismo tiempo, el aumento de los tipos de interés ha contribuido a los riesgos de crédito, valoración y liquidez.
Las turbulencias registradas en los mercados en marzo de 2023 pusieron de manifiesto la importancia para el sector bancario de gestionar efectivamente el riesgo de tipos de interés
Las turbulencias registradas en los mercados en marzo de 2023 pusieron de manifiesto la importancia para el sector bancario de gestionar efectivamente el riesgo de tipo de interés. En términos del capital ordinario de máxima calidad (CET1), la suma de los requerimientos de capital y la recomendación del Pilar 2 (P2G, una exigencia de capital específica para cada banco según sus riesgos) ha aumentado desde el 10,7% hasta el 11,1%, debido al impacto de las políticas macroprudenciales.
Tras la evaluación, el requerimiento del Pilar 2 de capital ordinario de máxima calidad de cada entidad se ha incrementado ligeramente, en promedio, desde el 1,1 % hasta en torno al 1,2% de los activos ponderados por riesgo. El P2R incluye recargos por financiación apalancada de riesgo para ocho entidades, y por exposiciones dudosas para otras veinte.
En términos de capital total, la suma de los requerimientos de capital y la recomendación del Pilar 2 ha aumentado ligeramente hasta el 15,5% de los activos ponderados por riesgo, frente al 15,1% observado en el ciclo de la revisión de 2022. El BCE ha aplicado por primera vez un requerimiento de ratio de apalancamiento de Pilar 2 a seis entidades con un riesgo de apalancamiento excesivo particularmente alto.
Este requerimiento obligatorio específico para cada entidad se situó en un promedio de 10 puntos básicos, y es adicional al requerimiento mínimo de una ratio de apalancamiento del 3% vinculante para todas las entidades. El organismo también aplicó recomendaciones de Pilar 2 respecto a la ratio de apalancamiento (P2G-LR) a siete entidades. Asimismo, el BCE impuso medidas de liquidez cuantitativas a tres entidades, requiriéndoles períodos de supervivencia mínimos y colchones de liquidez para divisas específicas.
Ha afirmado también este martes que los bancos europeos redujeron su exposición a Rusia en un 47% desde el inicio de la guerra. De igual manera, ha sostenido su postura al instar a las entidades que mantienen su presencia en el país a considerar abandonar este mercado. «Tuvimos una reducción en la exposición general hacia Rusia, tanto la transfronteriza como en las filiales en Rusia.», señaló Enria. También aseguró que algunos bancos que permanecen en Rusia han registrado un aumento en transacciones en monedas diferentes al rublo, como el dólar, euro y el yuan. Desde e l organismo, recomiendan a estas entidades que «reduzcan aún más su negocio y que presten especial atención al control de riesgos». «Por supuesto, nos preocupa que los bancos no siempre estén en condiciones, debido también a esta situación específica en Rusia, de ejercer un control profundo sobre los controles internos de las filiales en Rusia».
«Es algo que nos está impulsando a ejercer más presión sobre los bancos para que continúen y aceleren estos procesos de reducción» de su negocio, recalcó. El presidente del Consejo explicó que algunos bancos decidieron salir de Rusia, lo que demuestra que eso es posible aunque sea un proceso «doloroso» y conlleve «un coste». «Invitamos a los bancos a considerar esta vía en la medida de lo posible».