Se trata de un cálculo que es todavía provisional y está sesgado a la baja porque no cuenta con los datos de final de año, cuando se presupone que habrá una aceleración en la ejecución de las ayudas. Así lo ha explicado Gavilán, Director General de Economía y Estadística de la entidad, durante su intervención en unas jornadas sobre retos presupuestarios y reglas fiscales organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).
Gavilán ha recordado la importancia para España del momento en el que están llegando estos fondos. En las últimas décadas el país no ha crecido lo suficiente para lograr la convergencia en el nivel de renta per cápita con los socios de la Eurozona. Esto se ha debido, según ha explicado, a dos motivos o problemas que son «relativamente persistentes». De un lado, a la escasa productividad por hora trabajada en relación a otros países de nuestro entorno y de otro, la evolución del mercado de trabajo por la tasa de empleo más reducida y un paro estructural relativamente elevado.
El responsable de Economía del BdE considera que se presenta una «coyuntura única» de implementar las reformas estructurales con los NGEU y ha hecho hincapié en que lo más importante es que sean reformas «con vocación de permanencia» y que se alcancen con una elevado grado de consenso. Desde su punto de vista, los fondos europeos también podrían servir para suplir otras carencias importantes que la economía nacional arrastra a lo largo de más de una década, como es la falta de inversión pública.
Desde la pasada crisis financiera, ha explicado, esta ha sido la partida presupuestaria que más ha sufrido por el necesario proceso de consolidación fiscal que ha tenido que acometer el país, y en el que sigue inmerso. Gavilán ha recordado que esta es, además, una de las partidas presupuestarias que tiene más capacidad para elevar el crecimiento económico en el medio plazo.
Relacionado con la menor productividad que afecta al mercado laboral español, Ángel Gavilán ha apuntado que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales que han pactado PSOE y Sumar en su acuerdo de gobierno debe tener presente, a través de la negociación colectiva, la «heterogeneidad tan enorme» que existe de jornadas de trabajo entre los distintos sectores económicos y entre las diferentes empresas.
En lo que tiene que ver con la jornada laboral efectiva, España presenta un diferencial positivo en relación con nuestros vecinos europeos al ser las jornadas más largas, por lo que Gavilán ha advertido de que reducirla eliminaría o reduciría este diferencial positivo. Esto implicaría que, si no aumenta la productividad, el país se alejaría aún más del PIB per cápita medio de Europa.