Este detalle es relevante, porque si no se han leído las novelas anteriores se perderán muchos detalles de los personajes y de los casos que con frecuencia salen en esta novela, para caracterizarlos. Es como si los autores no se molestaran en pensar en el lector. Aquí aparece un personaje nuevo, Miriam Vaquero, que se hace cargo de la BAC, una vez que han retirado a Elena. Aunque se acabarán encontrando las dos.
Dividido en cuatro partes, cada una de ellas comienza con un preámbulo del pasado que sirve para centrar la acción. Ya en la primera parte, en esa introducción, se puede captar el tono de violencia exagerada que va a dominar toda la novela. Todo comienza en África y en las dos guerras civiles que asolaron Liberia en los años ochenta del siglo pasado y donde va a aparecer la figura del Speeni y el Clan que dirige que se convertirá en la obsesión de toda la novela.
El Clan realmente es una red secreta en la que están integrados policías y otros personajes de relieve y que serán los causantes de infinidad de muertes salvajes y asesinatos. A Elena y a sus diezmados compañeros de la BAC les tocará descubrir toda la trama y para eso todos ellos pasarán por momentos en los que está en juego su vida.
El argumento de la corrupción de la policía y personajes poderosos no es nuevo y ha sido explotado por las novelas policiacas y thrillers abundantemente. Junto con la corrupción van a aparecer otros temas también frecuentes: las mafias de migrantes y el comercio de armas y de órganos. Lo más terrible de la novela es la justificación de sentimientos como la venganza que es el que mueve a uno de los protagonistas, o el alcoholismo que caracteriza a la inspectora blanco, o la impunidad con que se mata dejándose llevar por la rabia. El viaje de migrantes que atraviesas todo el desierto hasta llegar al Mediterráneo para acabar en las playas de Almería es de una crudeza tremenda. Los autores superan la maldad que habíamos descubierto en las novelas policiacas nórdicas, cebándose en descripciones violentas y patológicas e incidiendo en los casos de personas aparentemente maravillosas, pero en realidad asesinos consumados.
Aunque arrastre al lector hasta un final que se precipita, impredecible por incoherente, es difícil que deje un buen sabor de boca. Tal como acaba no parece que puede tener continuación, a no ser que se cambien los personajes que todavía quedan.
El Clan
Carmen Mola
Planeta (2024)