Y estando en esas no se dan cuenta, la verdad es que a veces no tiene muchas luces y luego pasa lo que pasa, de que lo que ellos atisban como problema para los corpúsculos con los que han de formar ese nuevo gobierno, terminaran siendo sus problemas, si es que finalmente consigue que todos acepten a todos y todos acepten lo que ellos, los socialistas pueden darles, que ni siempre coincidirá con los deseos de unos y otros.
Porque ese el nudo gordiano con el que Sanchez se va a enfrentar, no todo lo que le pidan le esta permitido concederlo, no porque no quiera, que don Pedro con tal de seguir en la Moncloa vende y regala lo que haga falta, incluida su propia sombra, sino porque hay cosas que le están pidiendo, como condición sine qua non para logra el apoyo de este o de es, y que él no puede conceder. Es más, puede que alguna de ellas choque contra su escaso poder parlamentario, que, si ya en la anterior legislatura le causo mas de un problema, en esta que todavía no ha empezado puede ser determinante.
Mientras esta muy bien eso de “perder la honra con el rey de Marruecos, queriendo decir que él, Pedro Sánchez, es mas chulo que un ocho y puede hacer lo que le de la gana”, lo cual esta muy bien y no deja de ser cierto, pero de ahí a reflejar libertad y poderío hay una distancia abismal que este pobrecillo personaje no es capaz no de atisbar. Sus debilidades son tantas y tan claras que cada paso que da es un nuevo error que lo sitúa en un escalón, todavía mas bajo, políticamente hablando.
Y claro está, “descansando” no se deshace el complicado ovillo de las negociaciones y mucho menos si se deja a segundos y terceros que abran puertas que luego se tiene que cerrar de un portazo.