Sin embargo, los inversores parecieron cambiar de opinión durante el fin de semana, y la divisa recuperó la mayor parte de las pérdidas del viernes en una sesión con escaso volumen, coincidiendo con la festividad bancaria en Londres del lunes. Las bolsas mantuvieron sus avances, mientras que los bonos a largo plazo centran ahora la atención en los datos de inflación de EE. UU. que se publican esta semana. En términos generales, las preocupaciones sobre una posible pérdida de independencia de la Reserva Federal y un deterioro institucional más amplio se ven compensadas por la expectativa de un estímulo monetario más temprano y generoso de lo que se descontaba hace apenas una semana.
Los datos económicos a nivel mundial vienen transmitiendo señales cada vez más estanflacionarias desde hace tiempo. La ralentización en la creación de empleo, un menor crecimiento y una inflación persistentemente elevada generan dificultades para la Reserva Federal. En paralelo, la presión política ejercida por Trump sobre la institución va en aumento. La semana pasada, dirigió sus ataques contra otra gobernadora de la Fed, Lisa Cook, acusándola de fraude hipotecario y amenazando con destituirla si no presentaba su renuncia. La evolución de este frente puede ser tan relevante como los principales datos de EE. UU. que se publican esta semana: la revisión del PIB del segundo trimestre (jueves) y la inflación PCE de julio (viernes).
EUR
Los datos económicos de la Eurozona en la primera mitad del año han estado distorsionados por los aranceles de EE. UU. Las exportaciones repuntaron en el primer trimestre de 2025, cuando las empresas estadounidenses adelantaron compras antes de la entrada en vigor de los aranceles, para luego descender posteriormente. Ahora que el nuevo marco comercial se está estabilizando, esperamos que los datos sean más representativos. Los indicadores de confianza apuntan a una mejora moderada, con unos PMI de agosto mejores de lo esperado.
Un crecimiento modesto y una inflación cercana al objetivo probablemente se traduzcan en una política monetaria estable. Con la Reserva Federal adoptando un tono más moderado, la reducción de los diferenciales de tipos de interés a ambos lados del Atlántico debería favorecer un modesto fortalecimiento adicional del euro. Esta semana, las noticias económicas del bloque común son limitadas, aunque los inversores estarán pendientes de las actas de la última reunión del BCE, que se publican el jueves.
USD
Una semana con pocos datos estuvo dominada por el discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la conferencia anual de Jackson Hole. En esta ocasión, el énfasis estuvo más en la posible debilidad del mercado laboral que en el repunte reciente de la inflación, aún alejada de los objetivos del banco central y que la Fed considera transitoria. Aunque el cambio de tono podría justificarse con los datos más recientes, persiste la duda sobre si la institución empieza a ceder ante la incesante presión política procedente de la Casa Blanca de Trump.
Los mercados parecen compartir estas dudas, ya que la euforia inicial tras la publicación del discurso se desvaneció en gran medida durante el fin de semana. El informe de inflación PCE de esta semana será clave: cualquier sorpresa al alza plantearía serias cuestiones sobre las razones del giro moderado adoptado por la Fed.
GBP
La posibilidad de que el Banco de Inglaterra adopte nuevas medidas de estímulo en 2025 se redujo aún más la semana pasada, después de que los datos de inflación de julio volvieran a sorprender al alza y los índices PMI de actividad empresarial mostrasen indicios de reactivación. Los datos de precios resultan especialmente preocupantes, ya que la tendencia alcista es ahora innegable y la inflación en servicios se mantiene en torno al 5%.
Aunque los indicadores de confianza, como los PMI, han mejorado, los datos más sólidos siguen dibujando un panorama estanflacionario, con la inflación claramente por encima del objetivo del banco central y un mercado laboral en deterioro. Consideramos que el Comité de Política Monetaria no tendrá más remedio que dar prioridad al control de la inflación, y actualmente no anticipamos más recortes del tipo de interés oficial durante el resto de 2025.