El indicador inició el año con una tasa diaria del 3,532%, en un momento en el que el mercado esperaba que los bancos centrales comenzarán a bajar los tipos de interés en el primer trimestre de 2024. Durante las últimas semanas, tanto el Banco Central Europeo (BCE), como la Reserva Federal de EEUU (Fed) han enfriado estas expectativas.
En este contexto, el euríbor se mantuvo al alza y llegó a tocar una tasa diaria máxima en el 3,676%, el pasado día 24.
En las dos últimas sesiones volvió a bajar y el pasado viernes alcanzó el 3,597%.
Y ello, después de que este jueves el BCE mantuviera sin cambios los tipos de interés y de que su presidenta, Christine Lagarde, afirmase que sería «prematuro» abordar en este momento posibles bajadas de tipos. Añadió que hay «consenso» en el organismo sobre seguir tomando las decisiones en base a los datos, y no fijarse en un calendario particular, y rehusó ofrecer indicios sobre una hipotética bajada de tipos en verano. Pese a la previsible caída del euríbor en enero, las hipotecas que tengan que revisarse anualmente se verán de nuevo encarecidas, ya que hace un año, en enero de 2023, el euríbor se situaba en el 3,337%.
Así, para una hipoteca variable media de 150.000 euros, a un plazo de 25 años y con un interés de euríbor más 1%, las cuotas se encarecerán en unos 24 euros al mes o 285 euros al año.