Pero claro, una cosa es predicar y otra dar trigo y su convencimiento de que lo que el dice es verdad absoluta e infalible termina por jugarle malas pasadas y poner al descubierto sus tics totalitarios. Así por ejemplo en su primera entrevista, la que sus muchachos “negociaron” con la 1 de TVE, la entrevistadora tuvo que , invitarle en un par de ocasiones a ser «más concreto» en sus respuestas para «poder avanzar» y que no se fuera por las ramas con el objetivo de que el tiempo -media hora de entrevista- cundiera más. No lo consiguió, pero si pillo con el pie cambiado al presidente cuando le preguntó por la forma que había elegido para dar a conocer su decisión de no dimitir: una comparecencia sin preguntas, pero también sin medios, porque la prensa no entró a Moncloa cuando el presidente se dirigió al país. Sánchez hablaba de la «desinformación», «bulos» y «maquinaria del fango» cuando Carazo le planteó la cuestión. «En esta defensa de la garantía informativa, de la veracidad, de la transparencia… ¿Por qué ha elegido una comparecencia sin periodistas y sin cámaras?»
Visiblemente desconcertado, Sánchez respondió: «Yo creo que estoy aquí, estoy respondiendo a sus preguntas». «Pero el resto de compañeros no han podido preguntarle», insistió la periodista. «Pero posteriormente estaré en otros medios, mañana iré a la SER. Quería venir a la televisión pública, porque en este momento, cuando hablamos de la salud democrática de nuestro país, hay que reivindicar la información como un servicio público. Y eso se ha puesto en cuestión en otras épocas o ahora en algunas Comunidades, como Madrid, porque Telemadrid se ha hecho eco de bulos que han afectado a responsables de Gobiernos y a mi entorno familiar», explicó. «Yo no tengo ningún problema en contestar preguntas. Pero hoy era importante hacerlo en la televisión de todos los españoles». En ese momento intervino Xavier Fortes, que era el otro entrevistador de la noche. «Y nosotros se lo agradecemos. En nombre de los 6.500 trabajadores de RTVE».
La risas se oyeron hasta en Sebastopol
Y por cierto, hablando de fango, el señor presidente se permitió el lujo de ser el primero en enfangar al asegurar que Feijoo había dicho textualmente que «lo que debía haber hecho mi mujer es quedarse en casa sin trabajar», aseguró con rostro compungido.
Pues bien lo que el líder popular dijo textualmente es que, de ser presidente del Gobierno, «evidentemente» no le iba a pedir a su mujer que dejase de trabajar, pero sí que «no tenga contratos con la administración pública». Y añadió: «Ninguna mujer de ningún presidente del Gobierno se ha visto envuelta en la situación en la que está el señor Sánchez y su pareja. Ninguna. Incluso hay parejas de presidente del Gobierno que han dejado de trabajar para no tener ninguna duda al respecto».
Evidentemente don Pedro no es el mas indicado para hablar de fango o de mentiras, porque en eso nos gana a todos los españoles