En concreto, el organismo, que ha publicado su informe bianual ‘Perspectiva Económica Mundial’ (WEO, por sus siglas en inglés) en el marco de sus reuniones de primavera con el Banco Mundial, ha recortado en cinco décimas el PIB mundial, que quedará en 2025 en apenas un 2,8%, y en el 3% en 2026, en comparación con el 3,3% estimado en enero. «Tras experimentar una larga e inusitada serie de shocks, la economía mundial parecía haberse estabilizado, con tasas de crecimiento continuo aunque deslucido. Pero el contexto ha cambiado porque los gobiernos de todo el mundo están reordenando las prioridades de las políticas y la incertidumbre se ha disparado hasta máximos sin precedentes», ha subrayado el FMI.
De hecho, el organismo ha subrayado que los «riesgos desfavorables más intensos» dominan las perspectivas, en medio de una escalada de las tensiones comerciales y ajustes en los mercados financieros. «Las políticas divergentes y en rápida evolución o la caída de la confianza podrían hacer que las condiciones financieras mundiales se contraigan aún más. Un recrudecimiento irreversible de la guerra comercial y la mayor incertidumbre en torno a la política comercial pueden deteriorar aún más las perspectivas de crecimiento a corto y largo plazo», ha destacado.
«Las previsiones para 2025 incluyen importantes revisiones a la baja para Canadá, Japón y Reino Unido y una revisión al alza para España», ha explicado el organismo.
Por otra parte, la institución anticipa que el crecimiento de la zona euro se desacelere en 0,2 puntos porcentuales, hasta el 0,8% en 2025 antes de volver a repuntar hasta el 1,2% en 2026 debido al aumento de la incertidumbre. «La débil confianza de los consumidores y la elevada incertidumbre han aumentado el ahorro de las familias, lo que ha lastrado el consumo. La actividad manufacturera se ha mantenido débil debido a la persistente subida de los precios de la energía, mientras que los servicios han sido el principal motor de crecimiento, contribuyendo a la divergencia entre los países europeos, en particular los que dependen más de estos sectores, es significativa la brecha que se ha abierto entre Alemania y España», ha señalado el FMI.
En el caso de Estados Unidos, se prevé que el crecimiento se ralentice al 1,8%, un ritmo que es 0,9 puntos porcentuales inferior al previsto en la actualización del informe WEO de enero de 2025 debido a la mayor incertidumbre acerca de las políticas, las tensiones comerciales y el menor impulso de la demanda.
Asimismo, el FMI espera que la inflación general mundial disminuya a un ritmo algo menor al previsto en enero, y que se sitúe en 4,3% en 2025 y 3,6% en 2026, con notables revisiones al alza para las economías avanzadas y ligeras revisiones a la baja para las economías de mercados emergentes y en desarrollo en 2025. «Los próximos pasos exigen claridad y coordinación. Los países deben trabajar de manera constructiva para promover un entorno comercial predecible, facilitar la reestructuración de la deuda y abordar retos compartidos. Al mismo tiempo, deben emprender acciones en los ámbitos de las políticas internas y los desequilibrios estructurales, con el objetivo de garantizar la estabilidad de sus economías», ha concluido el FMI.