Es la reacción de esta acusación popular tras evidenciar este viernes con los chats de Whatsapp que aportó el exlíder del PSOE en Madrid en su declaración como testigo que Sánchez Acera le envió el correo antes de que fuera publicada una copia en los medios de comunicación.
El ICAM le señala al instructor de la causa por la revelación de los datos privados y reservados de la pareja de la presidenta madrileña, en la que están imputados el fiscal general del Estado y fiscal jefa provincial de Madrid, que de «las manifestaciones vertidas» por Lobato «se desprende la necesidad de recabar declaración de quien fuera interlocutora en las comunicaciones vía Whatsapp y que resultaron ser fuente del documento nuclear objeto» de la investigación judicial en curso.