Así en meses recientes se ha podido comprobar como, bajo el manto de la famosa acción de oro de protección para las empresas estratégicas españolas no es otra cosa que la gran arma del sanchismo para ir engrosando la cartera de empresas que pasen a formar parte de su entramado de influencia, gracias a la presencia de amigos y fieles servidores en los puestos de responsabilidad.
El ejemplo mas claro ha sido el de Telefónica. En la teleco se ha desarrollado una operación de asalto y derribo digna de estudiarse en los manuales de algún que otro máster o incluso ser ejemplo en alguno de esos “caso” que se utilizan en las escuelas de negocios para ilustrar a los alumnos de cómo han de hacerse las cosas.
El problema es que con Telefónica no termina la ambición de que control que pilota Moncloa. No, ahora mismo ya esta en marcha la siguiente toma de poder que no es otra que la compraventa de Talgo, entidad en la que el sanchismo compartirá poder con el PNV tal y como han pactado socialistas y vascos, para que estos sian apoyando calladamente a Sánchez y este permanezca en La Moncloa un par de años mas.
Y pronto veremos un nuevo asalto , esta vez en el sector energético en el que curiosamente Moncloa no disfruta de poder, ni presencia significativa en ninguno de los consejos de las cuatro grandes; con Galán es imposible, en Repsol no pueden, porque en todo caso seria cosa del PNV, Cepsa esta fuera de sus posibilidades Endesa es de Meloni, así que solo queda Naturgy sometida a la presión de los fondos, sobre todo IFM y en la que Faine, desde Criteria trata de evitar a toda costa el que , aliándose con Taqa pero la operación es muy delicada y nadie puede estar seguro del comportamiento del fondo árabe que ya una vez reculo y paralizo su entrada en la gasista.
Habrá que estar atentos a los movimientos de unos y otros.