La descalificación de unos y potros es continua y cada día nos amanecemos con una velada ruptura de relaciones del matrimonio que nos gobierna que como decía un contertulio la otra mañana solo salva la ruptura el temor por los hijos, que en este caso no son gemelos o menore de edad, sino simplemente votantes a los que camelar y engañar.
Así Las cosas, esta mañana el ministro Bolaños decía que estaban negociando la corrección del texto para contar con los votos de podemos en el Parlamento, mientras la ministra Montero decía que de eso nada, que todavía estaban esperando una simple llamada para reunirse.
Y en medio de todo este guirigay el CGPJ ha pedido a los tribunales superiores de justicia y a las audiencias provinciales de toda España una relación de todas las resoluciones que se hayan dictado en aplicación de la Ley de garantía integral de la libertad sexual o ley del sí es sí. La decisión del órgano de gobierno de los jueces tiene como finalidad «hacer un análisis detallado de las incidencias surgidas en la aplicación de la ley y poder ofrecer datos contrastados de manera transparente».
Puesto que algunas audiencias provinciales no están haciendo públicas las rebajas de penas por delitos sexuales que están acordando en aplicación de la polémica ley, el consejo de jueces no tiene un recuento oficial. Sin embargo, todo parece indicar que son 900, el doble de las conocidas, las resoluciones que podrían haber beneficiado a agresores sexuales.
A todo esto los populares aseguran que apoyaran en la votación la reforma presentada por el gobierno de Sánchez, entre otras cosas porque piensan que el escándalo en torno a la aplicación de la ley de garantía sexual, salida a trompicones del Consejo de Ministros pero con un amplio apoyo parlamentario en el Congreso (205 votos a favor), «será el Prestige del PSOE» y no hace falta tener mucha memoria para recordar que precisamente fue el hundimiento del petrolero el inicio del fin del gobierno Aznar.
De momento, esta es la situación. Lo que se desconoce es la posible evolución aunque la marcha atrás de Podemos en la ley de protección de los animales ya augura una posible bajada de pantalones de las chicas de Iglesias para poder seguir disfrutando de las mieles del status de gobernante