Durante 2022, el sector registra un aumento del 56% en contrataciones y un 24% más de CGT, posibilitando que el número de buques en construcción creciese interanualmente un 24% con un total de 56 buques y 305.513 CGT.
El incremento de la actividad también se ve reflejado en los astilleros de reparación, mantenimiento y transformación naval, donde la facturación se se situó un 35% por encima de la media de los cinco años anteriores.
El país revalida su posición como segunda potencia en contratación a nivel europeo, novena a nivel mundial, destacando la capacidad de los astilleros privados de construir, transformar y reparar busques de alto valor añadido, tecnológicamente complejos y con un elevado componente innovador.
El posicionamiento español destaca en aquellas tipologías de mayor complejidad constructiva y valor añadido, como los grandes buques pesqueros -donde España fue líder mundial en contratación-, o los buques oceanográficos -donde se sitúa como segunda potencia mundial con mayor volumen contratado-.
La industria naval, asimismo, apuesta por la diversificación de su actividad hacia las energías renovables marinas, con el fin de aprovechar las oportunidades derivadas del desarrollo de la eólica flotante en España. En 2022, el 21% de la cartera de pedidos nacional estaba integrada por buques de apoyo a campos eólicos marinos, situando a España segunda en la clasificación mundial, únicamente por detrás de China.