Son 10.968 parados menos que el mes pasado y casi 251.000 más que el mejor julio, el de 2008. Pero, España sigue liderando y duplicando el paro en la UE, con un 11,7 % de tasa, frente al 5,9 % comunitario. Y, peor aún, tenemos un 27,4 % de paro juvenil, por delante de Grecia (23,6 %) y también duplicando la media europea (14,1 %).
Es decir, a pesar de la bajada constante en el número de parados, sigue habiendo muchos motivos de preocupación. Uno de ellos es la forma en la que las personas salen del paro, Si bien la contratación indefinida tiene un mayor peso en el conjunto de la contratación que hace unos años, no se trata de una contratación indefinida tal y como normalmente se entiende. En otras palabras ha habido menos contrataciones este mes, y además, se ha reducido la indefinida a tiempo completo. Más del 61 % de los contratos indefinidos son a jornada parcial o discontinua.
Desde el ministerio pueden decir lo que quieran, pero la manipulación sobre este tema continua y cada día que pasa la mentira es mas gorda.
Y todo ello tiene naturalmente su repercusión directa en los salarios, pues estos trabajadores cobrarán solo una parte del sueldo o tendrán ingresos un mes, sí y uno, no. Solo un puesto de trabajo indefinido a jornada completa puede considerarse, salvo expreso deseo del trabajador, un empleo estable y digno,
Si como tratan de justificar los expertos oficiales lo que ha cambiado son las horas necesarias de actividad para producir lo mismo, lo que debemos hacer es revisar la jornada completa. Si no hay tanta carga de trabajo para todos, si las horas efectivas de trabajo anuales siguen sin recuperarse a pesar de haber más cotizantes a la Seguridad Social que nunca, esas horas de trabajo deben repartirse en una jornada completa menor, pero no empobreciendo a los trabajadores con jornadas y sueldos parciales, que es lo que la ministra comunista responsable hasta ahora de este área de gobierno parece defender y justificar una y otra vez, culpando los empresarios de todos los males del mundo mundial, pero sin llevar a cabo una política de fomento de la creación de empleo que corrija los defectos de nuestro sector laboral, construyendo un entramado entre todas las fuerzas implicadas y que de verdad conocen lo que es cada uno de los sectores que hay que potenciar y no a base de discursos populistas que a nada conducen y que nos pueden levar una vez que el tirón del turismo desaparezca en octubre a una nueva debacle laboral.