Las informaciones señalan un parón en la producción petrolera libia debido a los enfrentamientos políticos. El Gobierno con sede en Trípoli, reconocido internacionalmente, quiere sustituir al actual gobernador del banco central. Sin embargo, el Gobierno no reconocido del este de Libia respalda al gobernador actual y ha amenazado con detener la producción de petróleo en respuesta a «ataques a la dirección y los empleados del Banco Central de Libia».
Como explican los expertos de ING, «esto es importante para el mercado petrolero, ya que Libia produce entre 1,1 y 1,2 millones de barriles diarios. Su importancia para los precios dependerá de la duración de la interrupción. Una interrupción prolongada dejará al mercado en un déficit más profundo».
«El precio del barril está probando al alza la media móvil de 200 días, donde ve una fuerte resistencia. El rango de 78/80 dólares por barril alberga ofertas que podrían liquidarse con tensiones crecientes de todo tipo, pero las preocupaciones por la desaceleración del crecimiento mundial probablemente mantendrán el alza limitada por encima de este rango a medio plazo», añade Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.
Cabe destacar que la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) ha convocado a «las todas las partes involucradas en la crisis del Banco Central de Libia» para una reunión de emergencia debido al «riesgo de precipitar al país al colapso financiero y económico». En un comunicado, aboga por alcanzar un consenso, «abstenerse de utilizar la principal fuente de ingresos del país con fines políticos» y «suspender todas las decisiones unilaterales relacionadas» con el banco central, ya que considera que «tendrá un coste para el pueblo libio a la hora de resolver la crisis prolongada y corre el riesgo de precipitar el colapso financiero y económico del país».
Este martes, el petróleo retrocede levemente después de las fuertes ganancias de las tres sesiones anteriores propiciadas por las expectativas de recortes de tipos de interés en EEUU, que podrían impulsar la demanda de combustible. A ello se han sumado los ataques militares entre Israel y Hezbollah en el Líbano durante el fin de semana que amenazan con un conflicto más amplio en Oriente Medio que podría interrumpir el suministro de esta región productora clave