La vivienda es una de las mayores preocupaciones de los españoles. La poca oferta de pisos en alquiler y la alta demanda de personas interesadas hace que la búsqueda de un lugar donde vivir se complique cada vez más. Sobre todo, cuando esa falta de opciones empuja al alza los precios. Un estudio realizado por InfoJobs y Fotocasa ha analizado la relación entre la vivienda y los salarios en España.
En 2024 el precio de la vivienda en alquiler subió un 14%, mientras que los salarios se incrementaron un 3,1%. Una brecha cada vez más amplia y «una evolución tan descompensada que perjudica la capacidad económica de los hogares», explica Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa. En el último año el salario medio ha subido en 12 comunidades y el precio de la vivienda en alquiler se ha disparado en 16 regiones de España.
Los inquilinos destinan el 47% de lo que cobra a pagar el alquiler
Si tenemos en cuenta que el salario medio es de unos 27.060 euros y un alquiler anual en un piso de 80 metros cuadrados es de 12.578 euros, un inquilino destina de media el 47% de lo que cobra a pagar el alquiler. «Yo destino más de la mitad de lo que cobro», «para los jóvenes es imposible», nos dicen en la calle. Si miramos más allá, en los últimos tres años los salarios han crecido un 7,4%, mientras el alquiler se ha disparado un 29,4%, según este estudio. «En estos años el alquiler ha subido cuatro veces más que los salarios, y si nos vamos al último año en Madrid o Barcelona, el aumento es hasta 5 veces mayor», explica la directora de Estudios de Fotocasa. La capital es la comunidad en la que más se ha encarecido el precio de los alquileres, lo han hecho un 18,6%. Por otro lado, Extremadura es la más afectada en este caso por la bajada de los salarios ofertados. Según InfoJobs y Fotocasa, de un año a otro han descendido un 10,6%.
Buscar un piso o una habitación donde vivir se convierte en un auténtico caos. No solo por los requisitos que piden los propietarios para poder acceder a la vivienda o por la gran demanda que hay para un único apartamento. Si no también por las características de las ofertas que encontramos. En Barcelona, piden 1.050 euros al mes por una única habitación en un piso compartido entre 11 personas. Una nueva táctica, el coliving, de empresas que compran edificios y les sacan rentabilidad alquilando a precios inasumibles sus habitaciones por separado.