El jefe del Estado se manifestó así momentos previos al almuerzo que mantuvo con el presidente Abdelfatah Al Sisi en el palacio presidencial Al-Ittihadiya, donde unas horas antes el Rey fue recibido oficialmente por el presidente egipcio. Frente a Felipe VI y Al Sisi la banda de la república interpretó el himno nacional de ambos países; mientras la reina Letizia y la esposa el presidente egipcio, Intisar Ahmed Amer, seguían la ceremonia varios metros por detrás, en la puerta del Palacio. En su discurso ante Al Sisi, Felipe VI apeló a la realidad «que nos rodea», en relación a Palestina, para incidir en el apoyo de España a iniciativas como el plan que impulsa Egipto para la reconstrucción de Gaza.
Este tipo de acciones, destacó el Rey, son muy “necesarias para que su población recupere su vida y su dignidad en ese territorio que, junto con Cisjordania y Jerusalén Este, debe formar parte de un Estado palestino viable, que conviva en paz y seguridad con Israel. Por más lejos que pueda seguir estando hoy ese objetivo -con todo lo ocurrido y con las noticias y las imágenes que nos llegan a diario-, no podemos desfallecer en el empeño”.
Felipe VI también destacó “el crisol de civilizaciones” que emparenta a España y Egipto, “dos culturas enraizadas en el Mediterráneo. Dos culturas y en muchos aspectos con un modo muy similar de entender la vida”. En ese contexto, el Rey reveló que por la tarde él y la Reina podrán disfrutar de “la luz del atardecer en las pirámides de Guiza”, una visita privada no prevista en la agenda oficial del viaje. “Todo lo que estamos viendo y escuchando nos confirma las palabras que, a finales del siglo XIX pronunció un compatriota mío, Eduard Toda, diplomático, historiador y profundo enamorado de Egipto: “es la tierra”-dijo- “donde se meció la cuna de todas las razas, donde existen los fundamentos de toda ciencia y todo arte (…) Sus monumentos son mudos testigos del esfuerzo humano durante setenta siglos”.
En sus palabras, el Rey destacó la asociación estratégica entre ambos países sellada en febrero de este año en Madrid y puso en valor la “presencia de empresas españolas en sectores de gran importancia, como los transportes, la energía o el agua. Sin olvidar que también están aumentando los flujos turísticos, pues se trata de un sector clave, también, para ambos países”.
También resaltó que “entre 2022 y 2024, la Aecid, nuestra Agencia de Cooperación Internacional al Desarrollo, prácticamente duplicó los medios financieros dedicados a Egipto”. “En el terreno de la lengua y de la cultura, me alegra constatar que los egipcios tienen un interés cada vez mayor por España. Y quiero subrayar la valiosa contribución del hispanismo egipcio, con potentes departamentos de español en universidades como El Cairo, Canal de Suez o Luxor -y otras muchas- con cuyos directores nos reuniremos mañana por la tarde. Es muy destacable también la labor de nuestro Instituto Cervantes, que, con sus sedes en El Cairo y Alejandría, es uno de los más grandes del mundo en número de alumnos”, afirmó.
Por su parte, el presidente egipcio destacó que este viaje de Estado supone una renovada reafirmación los lazos de amistad y cooperación que unen ambos países y agradeció el respaldo de España a una paz justa en la región.
Al Sisi agradeció la postura histórica de España en defensa del pueblo palestino a establecer su propio estado, así como a la decisión de reconocer a Palestina en un momento de especial trascendencia y sensibilidad, situándose entre los primeros países que, tras el estallido de la guerra en Gaza, adoptaron este reconocimiento.
Las palabras de Felipe VI y Al Sisi llegaron tras el encuentro bilateral en el que el Rey estuvo acompañado por el Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Albares; el jefe de la Casa del Rey, Villarino; el embajador de España en la República Árabe de Egipto,Iranzo, y la secretaria de Estado de Comercio, López Senovilla;.
Aunque inicialmente estaba prevista la firma de unos acuerdos en materia de cooperación y justicia entre ambos países, dichos documentos no fueron rubricados. En su lugar se produjo la entrega del Collar del Nilo al Rey, la más alta de las condecoraciones que otorga la república de Egipto, y la Orden de Al-Kamal (Orden de la Perfección) en clase ‘premium’ o excelente a doña Letizia, que reconoce a quienes destacan por sus servicios al país o a la humanidad.
En su segundo día en El Cairo, los Reyes realizaron también una ofrenda floral en el Monumento al Soldado Desconocido, ubicado en el distrito cairota de Nasr City, construido por el presidente Anwar Sadat en 1974 en honor de los egipcios que perdieron su vida en la guerra del Yom Kippur.