Esta lectura, que indica una expansión del sector servicios español, se sitúa por encima de los 51 enteros de noviembre y de los 51,2 puntos previstos por el consenso, representando también el ritmo de crecimiento más acelerado desde el pasado mes de julio. Cabe recordar que una lectura por encima de 50 puntos indica un sector en expansión, mientras que una por debajo de esta marca muestra que se encuentra en situación de declive.
De acuerdo con el informe publicado por S&P Global, la mejora de la actividad del sector servicios se vio respaldada por un aumento simultáneo de los volúmenes de nuevos pedidos. Aunque el crecimiento fue modesto, fue el más fuerte desde junio pasado y representó un cambio positivo en el resultado tras la contracción marginal registrada en noviembre.
Las empresas comentaron que la actividad del mercado fue generalmente mejor y que tanto los trabajos de promociones como la prestación de nuevos servicios ayudaron a respaldar el crecimiento de las ventas. No obstante, explican desde la firma neoyorquina, el repunte de los nuevos pedidos se centró «principalmente» en la economía nacional. Por el contrario, los volúmenes de nuevos pedidos procedentes de clientes del extranjero volvieron a disminuir en diciembre y al ritmo más pronunciado desde octubre de 2022. En este sentido, las mejoras subyacentes tanto de la actividad como de los nuevos pedidos habrían animado a las empresas a contratar más personal en diciembre. En general, apunta S&P, el crecimiento del empleo fue el más fuerte desde junio pasado, extendiendo la actual secuencia de expansión consecutiva a quince meses. Esta circunstancia también ayudó a explicar por qué las empresas pudieron mantener al día sus cargas de trabajo. Los últimos datos mostraron que los pedidos pendientes de realización apenas registraron cambios en diciembre, disminuyendo ligeramente frente a noviembre.
De igual modo, la contratación de trabajadores adicionales estuvo acompañada de un repunte de los costes salariales típicos en diciembre. S&P destaca que esta podría ser una razón que explique por qué los gastos operativos continuaron aumentando fuertemente a finales de año.
«Junto con las presiones inflacionistas generales, los costes generales de los insumos aumentaron a un ritmo históricamente fuerte a pesar de que la inflación se atenuó hasta su tasa más baja en cuatro meses. Las empresas de nuevo se animaron a aumentar sus tarifas, y a una tasa incluso más fuerte. La encuesta de diciembre mostró que los precios medios cobrados aumentaron al ritmo más fuerte desde mayo pasado», explican desde S&P.
Por último, el informe de la firma neoyorquina destaca que las empresas mantuvieron una visión «cautelosamente optimista» sobre la actividad futura. De cara a 2024, las compañías de servicios expresaron su esperanza de que la actividad mejore y que las campañas comerciales planificadas y el lanzamiento de nuevos servicios impulsen el crecimiento en los próximos doce meses. «No obstante, persiste una cierta incertidumbre política y económica en las perspectivas, y estas preocupaciones tuvieron un impacto en la confianza».
Cabe destacar que, aunque la confianza en general mejoró hasta alcanzar su máxima de cuatro meses, se mantuvo muy por debajo de la tendencia de cara al comienzo del nuevo año.