La deuda estatal española continúa teniendo éxito entre los inversores después de la subida en tipos de interés anunciada hace dos semanas por el Banco Central Europeo (BCE), mientras que Estados Unidos ha decidido mantenerlos tras una serie de subidas anteriores.
Las obligaciones subastadas están indexadas a la inflación y comienzan en los 4 años y 5 meses, con cupón del 0,65%. También se han ofrecido obligaciones a 7 años, con cupón del 0,80% y a 10 años, con cupón del 3,55%. Por último, el rango más alto han sido las obligaciones a 50 años, con cupón del 1,24%.
En lo que respecta a las obligaciones del Estado indexadas a la inflación con una vida residual de 4 años 5 meses, el organismo ha colocado 525,76 millones y ha logrado una demanda de 860,77 millones, mientras que el interés marginal se ha situado en el 1,111%, superior al 0,671% previo. En las obligaciones del Estado a 7 años, el Tesoro ha captado 2.126,37 millones, frente a una demanda de 3.051,38 millones, y la rentabilidad se ha colocado en el 3,343%, más elevado respecto al 3,082% anterior.
En las obligaciones del Estado a 10 años, el Tesoro captó 2.790,45 millones, frente a una peticiones de 4.115,59 millones de euros, con un interés marginal del 3,562%, superior respecto al 3,556% de la pasada subasta. Por último, el Tesoro ha colocado 1.585,97 millones de euros obligaciones del Estado a 50 años, por encima de los 1.990,97 millones solicitados, con un interés marginal del 3,904%, muy superior al 2,889% de la puja previa.
Tras esta emisión, el Tesoro volverá a los mercados de deuda el 11 de julio con una subasta de letras a tres y nueve meses y otra el 20 de julio de bonos y obligaciones del Estado.
La emisión bruta por parte del Tesoro Público será este año de 256.930 millones de euros, lo que supone un aumento del 8,2% respecto a lo estimado para 2022, debido al alza de los tipos de interés. Por su parte, el endeudamiento neto del Tesoro Público en 2023 se mantendrá en 70.000 millones. Desglosando por tipo de instrumento, se prevé que las Letras del Tesoro aporten financiación neta negativa por 5.000 millones, por lo que los bonos y obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, aportarán los 75.000 millones restantes.