Entre enero y julio de 2023, los Estados miembros de la UE han gastado más de 5.290 millones de euros en adquirir ese hidrocarburo ruso en estado líquido y transportado por barco, según los precios ofrecidos por el Centro de Investigación de Energía y Aire Limpio, En los primeros siete meses de 2023, los Veintisiete han contratado un total de 22 millones de metros cúbicos a Rusia, frente a los 15 millones del mismo período de 2021, lo que supone un aumento del 40%, muy por encima del ascenso medio global del 6% de las importaciones de GNL ruso.
En los siete primeros meses del año, España ha representado el 18% de las ventas totales de gas natural licuado de Rusia y Bélgica el 17%, superadas sólo por China (20%), mientras que en 2021 España ocupaba el quinto lugar y Bélgica el séptimo, según el análisis de Global Witness, que apunta la firma neerlandesa Shell y a la francesa TotalEnergies como las principales compañías importadoras.
La vicepresidenta española y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, declaró el pasado julio que no le gustan «nada» las compras de gas ruso y pidió una solución europea para impedir esas importaciones, pues legalmente las empresas europeas son libres de adquirir ese hidrocarburo en Rusia.