Sin embargo, no parece que esa sea la opinión de Sánchez y sus girls, y si encima esta por medio el caso Begoña ya ni les cuento; es mejor que todos los privados dejemos de existir y solo los medios públicos a las ordenes del personal de La Moncloa sean los que nos informen de lo que lo que sucede y así no podremos criticar los desafueros que cometan familiares y amigos del gran líder socialista.
Sin embargo, hoy mismo la propia vicepresidenta primera gran defensora de este tipo de sistema, siempre y cuando ella este en el Gobierno ha sufrido un claro ejemplo de cómo terminan gestionándose y operando los medios públicos. Pocos españoles lo han visto, porque la audiencia del programa de Tve es escasa esas horas del mediodía, pero para que la andaluza termine diciendo «ya está. Aquí se queda», el hartazgo ha debido de ser monumental.
Y es que la entrevista que este jueves ha dado la vicepresidente Montero en La hora de La 1 se ha visto alterada por un sinfín de problemas técnicos que han acabado con su paciencia. El programa ha perdido la conexión con ella en tres ocasiones y la ministra ha dado por terminada la charla. El primer aviso lo dio Montero cuando dejó de escuchar después de unos minutos de entrevista. «Esto se ha cortado hace un rato», advirtió. «No sé si me está escuchando… ¿Me escucha, vicepresidenta?», preguntaba Marc Sala, presentador del programa de TVE. «Vamos a intentar arreglarlo, que parece que la vicepresidenta tiene algún problema para escucharnos».
Después de un breve parón, Montero volvía a estar en pantalla dispuesta a continuar con la entrevista. Sin embargo, los problemas técnicos persistían. «¿Me escucha, vicepresidenta?». «Esto se ha vuelto a cortar», lamentaba la titular de Hacienda, que por más que lo intentaba no conseguía escuchar al presentador. «Lamentamos muchísimo esta circunstancia», ha dicho Sala. «Vamos a intentar arreglarlo en un tercer intento».
Y así ha sido. Por tercera vez, La hora de La 1 ha vuelto a ponerse en contacto con Montero. «Voy a cruzar los dedos. Vicepresidenta, discúlpenos por ese problemilla de comunicación», se decía el periodista, que veía cómo los problemas no se habían resuelto. De hecho, la situación ha hartado a Montero, que ha dado por concluida la comunicación. «Ha vuelto a cortarse. Ya está. Aquí se queda la entrevista».
Dada la situación, Sala se ha «disculpado» con la ministra y con los espectadores. «Lamentamos muchísimo lo que está pasando porque la conversación era relevante». «No es lo que os merecéis vosotros ni los entrevistados de este programa».
Pues ya saben lo que nos espera, hasta donde puede caer la calidad de un medio si, como espera logra Sánchez, todo termina siendo público, una delicia.