En este sentido, fuentes comunitarias han avanzado que, lejos de buscar un consenso acerca de las decisiones de Trump, la discusión «girará, inevitablemente, en torno a los posibles escenarios». «No sabemos lo que va a pasar, así que para tener más precisión tenemos que esperar», ha explicado un alto cargo de la UE. Así, los ministros analizarán el impacto de las amenazas de Trump, siendo la última de ellas la de imponer aranceles «recíprocos» a la UE como represalia por el IVA y frente a la que el bloque está listo para responder «de inmediato y con firmeza».
Mientras las instituciones europeas continúan trabajando en posibles respuestas coordinadas a los amagos de Trump, fuentes diplomáticas inciden en que, hasta la fecha, «no muchos anuncios han entrado en vigor», y en que «la UE no responde a intenciones, sino a acciones».
La presidenta de la Comisión Europea, von der Leyen, ha advertido de que «los aranceles injustificados a la UE no quedarán sin respuesta», por lo que las delegaciones deberán estudiar alguna propuesta al respecto que deberá sumarse al análisis de como elevar el gasto militar del 2% al 3% en gasto.
En este sentido, fuentes gubernamentales han añadido que «sin duda» surgirá el tema del gasto en defensa, aunque no esperan una discusión «detallada» acerca de la flexibilización de las reglas fiscales. Además, consideran que plantear cualquier tipo de cambio «sería prematuro y contraproducente», porque el marco fiscal ya prevé cierto «margen de maniobra» para estas partidas.