En esos términos, mas o menos, se han expresado algunos fontaneros del equipo presidencial y es que las ultimas veinticuatro horas han sido todo un tsunami político para toda la estructura responsable del mantenimiento de Sánchez en el poder y ya no saben a que atenerse porque el débil castillo de naipes conformado a base de cesiones y mas cesiones tiene un punto débil: la dureza de la situación de Puigdemont, capaz de cualquier cosa con tal de escapar al dilema de ser honorable o entrar en la cárcel y ante esa tesitura los cantos de sirena de don Pedro no tienen ningún valor,
Así que o Sánchez cede o le espera un resto de Legislatura, si es que a esto se le puede llamar de esa manera, un día a día duro y peligroso al filo de la navaja, mañana tarde y noche, porque además el ex honorable ni duerme ni avisa, tal y como se pudo comprobar ayer mismo, ante la sorpresa y una cara que daba lastima de la vice primera, que eso si, en lugar de reconocer su fracaso negociador arremetió contra el PP que nada tenía que ver en la historieta, pero así a lo mejor algún forofo socialista se lo creía y arremetía en redes sociales contra Feijoo o similar.
Y en medio de ese maremágnum humillante, la cita del juez planea como una superfortaleza volante sobre la cabeza del líder al que solo se le ha ocurrido pedir que su declaración sea por escrito. Aunque tratándose del orgulloso y prepotente don Pedro, más que pedir, lo que hace es imponer: mi declaración se deberá prestar por escrito, asegura el presidente del Gobierno. Y para ello menciona el artículo 412.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Sin embargo, según los expertos, el juez ha citado a Sánchez a declarar en calidad de «esposo de la investigada» y no de presidente del Gobierno por lo que, tal y como explica el artículo 412.3 de la citada ley, «si fuera conveniente recibir declaración a alguna de las personas a las que se refiere el apartado 2 anterior (donde se cita a los cargos, incluido el del presidente) sobre cuestiones de las que no haya tenido conocimiento por razón de su cargo, se tomará la misma en su domicilio o despacho oficial», lo que no solo ofrece la posibilidad de que el juez acuda al despacho, sino que le obliga a ello.
Así que, sin saber aun que puede pasar todo parece indicar que , al haber sido citado a declarar como «esposo de la persona investigada» lo que se le preguntará no está relacionados con su cargo de presidente del Gobierno, sino de esposo de Begoña Gómez, así que ha apechugar toca, de momento.