Hasta el momento, ni el club, ni su directiva, ni representantes vinculados al liderazgo saudí han confirmado públicamente la información. La cifra superaría con creces cualquier valoración anterior en el fútbol profesional y situaría la operación entre las mayores adquisiciones de la historia del deporte mundial.
Durante la última década, el club acumuló importantes obligaciones financieras a través de fichajes, estructuras salariales a largo plazo y el proyecto de remodelación del Camp Nou. El impacto económico de la pandemia redujo de forma drástica los ingresos y dejó al descubierto la fragilidad del modelo financiero. Según estimaciones citadas habitualmente por medios españoles e internacionales, la deuda total del FC Barcelona ronda los 2.500 millones de euros.
La capacidad del FC Barcelona para competir al más alto nivel contrasta con la debilidad de sus cuentas. Esa contradicción explica por qué los rumores sobre posibles rescates financieros externos resurgen con frecuencia, especialmente cuando se asocian a capital respaldado por estados. Aunque la supuesta oferta no ha sido verificada, el debate vuelve a poner de relieve la vulnerabilidad financiera del club y la rapidez con la que informaciones no confirmadas pueden generar impacto global.

