«La mayoría de los participantes señaló riesgos de moverse demasiado rápido para suavizar la postura de la política y enfatizó la importancia de evaluar cuidadosamente los datos entrantes para juzgar si la inflación está bajando de manera sostenible al 2%. Un par de participantes, sin embargo, señalaron riesgos a la baja para la economía asociados con el mantenimiento de una postura demasiado restrictiva durante demasiado tiempo», destaca el texto.
Además, las actas subrayan «la incertidumbre asociada con cuánto tiempo sería necesario mantener una postura de política monetaria restrictiva». El texto no da más pistas sobre cuándo se iniciarán los recortes de tipos, aunque el presidente de la Fed, Jerome Powell, arrojó algo de luz en la última reunión, al asegurar que marzo «no es el caso base» para el inicio de la flexibilización monetaria. En ese sentido, las actas vuelven a subrayar que el banco central necesita más confianza sobre el progreso de la inflación para bajar tipos.
«Los participantes en general observaron que no esperaban que fuera apropiado reducir el rango objetivo para la tasa de fondos federales hasta que hayan ganado mayor confianza en que la inflación se estaba moviendo de manera sostenible hacia el 2%», manifiesta.
En el frente de los precios, los banqueros centrales alertaron sobre el «riesgo de que el progreso hacia la estabilidad de precios pueda estancarse, particularmente si la demanda agregada se fortaleciera o la recuperación del lado de la oferta se desacelerara más de lo esperado».
Sin embargo, los participantes en el encuentro descartaron la llegada de nuevas subidas de tipos, al juzgar «que la tasa de política probablemente estaba en su punto máximo para este ciclo de ajuste».