Feijóo ha rechazado abanderar un “frente de la ira” y se ha propuesto llegar a la presidencia no para consumar una “revancha” de los españoles contrarios al Gobierno socialista, sino para ofrecer “concordia” al conjunto de la ciudadanía mediante una “revolución de la libertad y de la decencia”, esto es, que ponga fin al “deshonor” y la “degradación” que, desde su punto de vista, caracterizan el mandato de Pedro Sánchez.
Pero la “salida honrosa” que el líder popular anhela para España no llegará a través de la “furia” o la “rabia” que manifiestan algunos, sino que se alcanzará cuando la “mayoría silenciosa” que hoy estaba representada en la plaza de España de Madrid por personas procedentes de toda la geografía del país pueda expresarse “cívicamente” de nuevo en las urnas.
Este ha sido el mensaje de moderación que ha querido transmitir Feijóo ante los “distintos estilos e intesidades” que ha reconocido que existen en su partido, en lo que se puede interpretar como una llamada de atención al histrionismo exhibido por Ayuso -también hoy mismo, en un encendido discurso en el que ha llegado a decir que “hay urnas, sí, pero esto no es una democracia”- en los últimos días. Aunque, eso sí, para el líder del PP el objetivo de todos es el mismo, que llegue un cambio cuanto antes con él en la presidencia del Gobierno.
“El Estado funcionará, cada español responderá y yo estaré a la altura de este gran país”, se ha comprometido Feijóo en su discurso, en el que ha retado a Sánchez a que “deje de esconderse, de mentir y de huir” y convoque elecciones: ”¡Ríndase a la democracia, las queremos ya! ¡Nadie le votó para esto!”, ha exclamado entre vítores de ”¡presidente, presidente!”. “Hágalo si es tan demócrata como dice”, ha desafiado Feijóo a Sánchez, al que ha responsabilizado de la “indecencia” de su Gobierno a partir de “los Koldos, las Jéssicas y las Leires” que llenan los periódicos, es decir, los casos de presunta corrupción y nepotismo en el entorno del PSOE y la Moncloa. En contraste, él se ha presentado como un hombre “de palabra” y ha ensalzado el legado recibido de Manuel Fraga, José María Aznar y Mariano Rajoy, los dos últimos presentes en la manifestación.
En este sentido, se ha reivindicado como un defensor de la Constitución de 1978 y de la España de las autonomías y ha asegurado que nadie lo moverá de la centralidad de las enseñanzas recibidas en su vida política, de las que ha hecho protagonista también y de forma explícita a Aznar, quien, cabe recordar, llegó a la presidencia del Gobierno en 1996 tras un pacto con los nacionalistas catalanes de Jordi Pujol.
“Sé cuál es mi método perfectamente para plantar cara al nacionalismo y ganar al socialismo”, ha sentenciado Feijóo, que ha exhibido “la solvencia, la institucionalidad y el apoyo de la calle” de su proyecto frente a un Pedro Sánchez al que ha llegado a acusar de “manipular votos tras una cortina” para seguir al frente de la secretaría general del PSOE. “Lo mandaremos a la oposición y veremos adónde lo envía su partido”, ha concluido.