El Jefe del Estado ha hecho una defensa de la separación de poderes en un momento en el que el Gobierno pretende modificar la acusación popular en los procesos judiciales. En concreto, el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado ante la Mesa del Congreso de los Diputados una Proposición de Ley Orgánica de garantía y protección de los derechos fundamentales frente al acoso derivado de acciones judiciales abusivas, conocida como la ‘ley Begoña’.
En un momento de su discurso, el Rey ha afirmado ,«como servidores públicos, sabéis que la democracia no es solo la conquista de una ocasión histórica, sino el fruto de una exigente y delicada labor diaria: una responsabilidad que concierne a todos, autoridades y ciudadanos, de manera cotidiana, con acatamiento de sus normas y respeto a sus valores y equilibrios como la tolerancia, el pluralismo, la separación de poderes, la trasparencia y la rendición de cuentas».
En su discurso a los embajadores, Don Felipe también ha apoyado el multilateralismo como «la mejor salvaguardia para no tropezar en las mismas piedras de la historia; para defender un mundo definido por el derecho, no por la ley del más fuerte».
Y ha pedido a los embajadores que «en este mundo trepidante, sigáis ofreciendo una imagen nítida y fiable de España. Somos un país abierto, dinámico, emprendedor, tolerante, orgulloso de su Historia, sin negar sus capítulos oscuros, y de su presente; partidario de la paz y de la palabra; un país que cree en Europa y en un orden mundial basado en el derecho; un país que ha hecho bandera de la igualdad y la dignidad de las personas».
«Seguid trabajando con la dedicación de siempre -ha añadido- para que, con legítimo orgullo, nuestros compatriotas vean, en cada embajada, en cada consulado, la casa de todos los españoles».