Los reyes han presidido este lunes el acto de celebración del milenario de la fundación del Monasterio de Montserrat. En su discurso en el acto conmemorativo -buena parte del cual pronunciado en catalán-, Felipe VI ha destacado que la comunidad de Montserrat es «un gran punto de encuentro» de la «cultura catalana, de la española y de la europea», de manera que «su valor simbólico trasciende su enorme dimensión religiosa».
En su intervención, el rey ha pedido ser «constantes en la renuncia a los discursos totalitarios, las identidades excluyentes, los prejuicios, los extremismos y las pretensiones de superioridad moral».
Por su parte, el presidente de ERC, Junqueras, ha tildado este lunes de «falta de respeto a Cataluña» la visita de los reyes a la abadía de Montserrat: «hoy más que nunca, rechazamos este gesto», ha señalado en redes sociales.
Por su parte, la ANC ha convocado una movilización de rechazo, en la que se han vivido momentos de tensión con los Mossos d’Esquadra.
En alusión a un vídeo sobre esos incidentes, Junqueras ha indicado que «la monarquía representa una institución caduca e impuesta que nunca ha sido sometida a la voluntad popular». «Defendemos con firmeza que nuestro país tiene derecho a avanzar con libertad, lejos de una figura que solo perpetúa privilegios y desigualdades», ha completado.
También, Puigdemont, ha dicho que «la autoinvitación de los reyes españoles a Montserrat es una provocación, y lo saben». Desde su cuenta en la red social X, Puigdemont se ha hecho eco de la tensión entre manifestantes y Mossos y ha denunciado la presencia de los reyes en el acto de Montserrat. A su juicio, esta visita es «parte del plan para españolizar el país» y, de ello, «son conscientes tanto en Madrid como en ambos lados de la plaza de Sant Jaume», en alusión al alcalde de Barcelona, Collboni, y al presidente catalán, Illa, que «colaboran con entusiasmo» en este «plan».
«Por eso no quieren que el Borbón se incomode y por eso han ordenado continuar reprimiendo. Que la hoguera de Sant Joan de esta noche queme, con la llama que ha bajado del Canigó, el colchón inmenso que nos quieren poner encima», ha terminado.