Se trata de la utilización de una frase de Puigdemont refiriéndose a una posible negociación entre el y Feijoo con su amnistía de por medio. Pues bien, esta simple mención y el reconocimiento de los populares de que estudiaron la propuesta de Junts durante 24 horas, ha servido para que toda la parafernalia sanchista se ponga en marcha a toda velocidad para inundar de porquería la campaña.
De nada valdrá la aclaración del propio Feijoo de que «a los que piden amnistía, les pido que se sometan a las leyes; a los que insultan a los jueces, les pido que les dejen hacer su trabajo; a los que critican a los fiscales, les pido que les dejen trabajar; a los que piden indultos, que verbalicen el arrepentimiento; y a los que se fugaron, que regresen a España y se pongan a disposición de los jueces».
Pero eso si, con campaña o sin campaña Sánchez sigue ejerciendo de gran maestre de la progresía y se trasladó a Valladolid para ser aclamado por el mundo del cine al grito de «Pedro, Pedro» cuando pisaba la alfombra ‘fucsia’. En efecto, Sánchez acudió este sábado 10 de febrero a la 38 edición de los Premios Goya, celebrada en la Feria de Valladolid. El presidente del Gobierno fue recibido a vítores de «Pedro, Pedro» por muchos de los fans que se han congregado en el recinto para ver a las estrellas del cine español.
El líder del Ejecutivo, que por la mañana estaba de mitin en Vigo, ha presumido en Instagram de su paso por los Goya y lo ha hecho con la famosa canción de Leiva Mi Mejor Versión. El fragmento elegido por el presidente para su story dice esto: «Y en los días de autodestrucción no hay perro que me ladre. No busques mi mejor versión, se la ha llevado el aire».
Pero amigo, para retornar de Valladolid, el jefe del ejecutivo recurrió a la aeronave oficial del Estado. Tal y como señala el portal web Falcon Despega, que recoge todos los viajes que realiza el avión propiedad del Ejército del Aire y del Espacio, un Falcon despegó de la madrileña Base Aérea de Torrejón a las 23:13 horas; y aterrizó en Valladolid 23 minutos después, a las 23:36 horas. Esa misma aeronave despegó del aeropuerto vallisoletano, al finalizar los Goya, a las 2:19 horas, para arribar a la capital de España –con Sánchez a bordo– tras 23 minutos en el aire y recorrer una distancia de 226 kilómetros, a las 02:43 horas.
Y es que el poder, y sus bicocas no dejan de ser el gran vicio de este personaje.