«Los bancos centrales de los países avanzados se han vuelto más preocupados sobre la persistencia de la inflación y nuestros pronósticos de tasa de política han sido revisados ampliamente. Ahora esperamos que la Fed y el BCE suban las tasas dos veces más en los próximos meses, hasta picos de 5,75% y 4,5%, respectivamente. Y ahora anticipamos tres alzas más del Banco de Inglaterra, llevando los tipos al 5,25%», aseguran.
Según su pronóstico, los recortes de tipos no llegarán en las economías avanzadas hasta 2024, mientras que en los países emergentes «China recortó recientemente las tasas y se espera que Brasil y México recorten a finales de este año».
Fitch espera ahora que los tipos de interés en EEUU retrocedan en 2024 hasta un promedio del 4,25%, para luego bajar en un punto porcentual el año siguiente. En la eurozona, se espera que cierren el próximo curso en el 3,75%, y que alcancen el 3% en 2025.
«Ahora que también se esperan nuevas subidas de tipos en Australia, Canadá y Suiza, las previsiones de tipos de interés para finales de 2023 se han revisado al alza para todas las economías desarrolladas de Fitch, excepto Japón. En comparación con marzo, las proyecciones de la tasa de política de fines de 2023 han sido revisado al alza en 25 pb para EEUU y Suiza, 50 pb para el BCE, BoE y Bank of Canada (BOC) y 75pb para el Reserve Bank of Australia (RBA)», aseguran.
Los futuros movimientos estarán condicionados por la evolución de los indicadores económicos, y las autoridades observarán con especial interés el progreso de la inflación subyacente, que se está mostrando más resistente de lo esperado al endurecimiento monetario.
«La inflación general ha caído, pero la inflación subyacente se mantiene obstinadamente alta. La inflación de bienes ha caído, pero esto ha sido compensado por el aumento en inflación de servicios. El crecimiento de los salarios en EEUU y Europa supera con creces tasas consistentes con las metas de inflación, mientras los mercados laborales se mantienen ajustados», destacan. La agencia considera que la inflación en EEUU cerrará el presente año en el 3,6%, y que posteriormente mantendrá su gradual descenso hasta tocar el 2,7% en 2024 y el 2,5% en 2025, por lo que no se vislumbra todavía el objetivo de la Fed del 2%. Sí que se alcanzaría, según esta previsión, en la eurozona, concretamente para finales de 2025, mientras que para 2024 Fitch espera un 2,5% y para el presente curso, un 4%.
Mientras los bancos centrales luchan por enfriar sus respectivas economías en un intento por controlar los precios, la actividad global está resistiendo sus acometidas, y desde Fitch subrayan que «la actividad económica mundial se mantiene mejor de lo esperado».
Esta resistencia ha llevado a la agencia a revisar al alza su previsión de crecimiento mundial para el presente año, y ahora esperan una mejora del 2,4%, frente al 2% que anticipaban en sus proyecciones de marzo, «por mayores rezagos en el impacto de mayores intereses junto con efectos de base más débiles para el crecimiento de los mercados emergentes».
«Las mayores mejoras se han producido en los mercados emergentes (EM), donde los datos entrantes han sido mucho más fuertes de lo esperado. Hemos revisado al alza el crecimiento de los EM sin China para 2023 a 2,9% desde 2,0%, con Brasil, India, México y Rusia experimentando mejoras sustanciales», destacan. Para el gigante asiático, han elevado el pronóstico para 2023 al 5,6% desde el 5,2%, después de un «repunte de reapertura más rápido de lo esperado en el primer trimestre», si bien apuntan que «la recuperación ha flaqueado un poco en los últimos meses, pero el consumo continúa normalizándose y la política macro comienza a flexibilizarse». «También hemos elevado nuestra previsión de crecimiento de EEUU para 2023 al 1,2% desde el 1,0%, ya que el crecimiento del consumo y del empleo sigue siendo sólido», apuntan.
En lo relativo a EEUU, todavía esperan una Fed que empuje a la economía del país a una «recesión leve», aunque el pronóstico de su llegada se ha retrasado al último trimestre del presente año y al primero de 2024, lo que les ha llevado a reducir la previsión de crecimiento para 2024 al 0,5% desde el 0,8%.
En el Viejo Continente, «las previsiones de crecimiento de la zona euro para 2023 y 2024 se mantienen sin cambios», por lo que siguen reflejando una mejora del PIB del 0,8% este año, para luego aumentar al 1,4% en 2024 y al 1,7% en 2025.
«El crecimiento mundial debería recuperarse en 2025 sobre la relajación monetaria en 2024», concluyen.