La cifra se sitúa ligeramente por debajo de la del Banco de España y AIReF y por encima de la de organismos internacionales como la Comisión Europea y la OCDE. Los panelistas esperan un avance del 0,6% en el primer trimestre, seguido de crecimientos del 0,5% en cada uno de los tres restantes.
La demanda nacional aportará 2,5 puntos –dos décimas más respecto a la anterior previsión–, mientras que el sector exterior restará una décima. La desaceleración de la economía en relación a 2024 se percibirá en el consumo, especialmente en el público, y en el sector exterior, por un avance mayor de las importaciones que de las exportaciones. La inversión, por su parte, mostrará más vigor, sobre todo en maquinaria y bienes de equipo, en comparación con el débil crecimiento esperado para 2024.
El consenso estima que el año pasado el PIB creció un 3,1%, una décima más de lo previsto en el Panel de noviembre. La demanda nacional habría aportado 2,6 puntos, una décima más de lo esperado en el anterior consenso, y el sector exterior, 0,5 puntos, una décima menos.
• La desaceleración de la economía respecto al año pasado se percibirá en el consumo público y en el sector exterior
• La previsión para la tasa media de inflación para 2025 sube una décima, hasta el 2,2%, con una interanual de diciembre en el 2,1%
• El cambio de expectativas en los mercados ha provocado un ligero repunte del Euribor hasta el 2,6%, y solo bajaría unos 35 puntos básicos este año
En cuanto a la inflación, la previsión para la tasa media del índice general para 2025 se eleva una décima hasta el 2,2%. La tasa interanual de diciembre sería del 2,1%. Respecto a la inflación subyacente, la previsión para la media anual también sube una décima, hasta el 2,3%. Los panelistas esperan que la tasa de desempleo media anual se sitúe en el 11,1% en 2025, cuatro décimas menos respecto al 11,5% en 2024.
El consenso de analistas ha revisado al alza una décima las previsiones de déficit público para 2024 y 2025, hasta el 3,2% y el 3% del PIB, respectivamente. Ambas cifras son superiores a las que contempla el Gobierno. El Panel mantiene su visión pesimista del entorno internacional, particularmente en la UE. Persiste un importante diferencial de crecimiento y de tipos de interés entre la eurozona y EEUU. Frente a la robustez de la economía americana y la consiguiente inflación, es probable que en Europa se afiance la desinflación por la debilidad coyuntural. Sin embargo, la presión bajista sobre el euro – los panelistas no prevén una recuperación en el corto plazo- podría obligar al BCE a operar con más gradualidad de lo esperado. Con todo, el consenso apunta a un recorte de tipos del BCE de cerca de 75 puntos básicos hasta final de año. Esta gradualidad explica que el Euribor a un año haya repuntado desde principios de diciembre hasta cerca del 2,6%, y solo descendería en torno a 35 puntos básicos hasta final de año.