Galán ha hecho este llamamiento en la cumbre Bloomberg New Energy Finance (BNEF), en la que ha afirmado que «por cada euro que se invierta en renovables debe invertirse un euro en redes eléctricas». De hecho, estima que las inversiones en redes se multiplicarán por tres o por cuatro para poder integrar la nueva potencia renovable, ofrecer seguridad de suministro y resiliencia frente a fenómenos climáticos extremos y poder desarrollar la digitalización del sistema, tan necesaria para la expansión de la movilidad eléctrica, el autoconsumo y la bomba de calor.
«Las empresas energéticas estamos preparadas para invertir, ya que contamos con la tecnología, las personas, el talento y la capacidad para llevarlo a cabo. Es vital que los reguladores reconozcan esta necesidad y creen las condiciones para que esto suceda. Para poder invertir en redes necesitamos previsibilidad, estabilidad y rentabilidad atractiva», ha añadido.
Dos tercios del plan de inversiones de Iberdrola para 2023 y 2025 irán destinados a la actividad de redes eléctricas, con el objetivo de dar continuidad a su despliegue, consolidar una sólida red de distribución y dotarla de flexibilidad, sobre la base de un ambicioso proceso de digitalización como elemento clave para responder a las necesidades futuras del sistema eléctrico.