En un auto fechado este miércoles, el juez instructor José Luis Calama cita a ambos bodegueros a declarar en diciembre.
En sendos comunicados, las compañías defienden la trazabilidad de las botellas comercializadas y rechazan las acusaciones que realiza la instrucción en su auto, que defiende que estas empresas pusieron en el mercado botellas con una certificación que, a su juicio, no cumplían los requisitos de elaboración, ni en periodo de envejecimiento ni en la permanencia en barrica de roble ni en botella.
García Carrión defiende que fue quien denunció, “junto con los agricultores, los hechos que investiga la Audiencia Nacional”. Sin embargo, de denunciante acabó en denunciado y, ahora, investigado. La compañía murciana, con una facturación cercana a los 1.000 millones de euros incluidos todos sus negocios alimentarios, defiende la “trazabilidad de todos sus vinos” y dice contar con “las auditorías legalmente exigibles y certificadas por organismos independientes”. En su opinión, estos acreditan “la correcta elaboración y comercialización de sus vinos bajo la DO Valdepeñas”. El grupo “niega cualquier participación y responsabilidad en los hechos investigados”, y dice que la citación a declarar sigue el “trámite procesal legalmente establecido”.
Por su parte, Félix Solís confirma que acudirá a declarar, lo que aprovecahrá para “compartir información clave para aclarar las custiones relativas a la compañía”. “Estamos convencidos del buen hacer de la Justicia y de que este asunto se resolverá lo antes posible en lo que respecta a Félix Solís”.
La bodega valdepeñera también defiende la trazabilidad de sus productos y la correcta realización de las declaraciones de aptitud de sus vinos. “Durante sus más de 70 años de historia, la empresa Félix Solís ha estado firmemente comprometida con el cumplimiento de los requisitos del pliego de condiciones de la denominación de origen, que garantizan la alta calidad y trazabilidad de nuestros vinos”, explican en un comunicado, en el que defienden que las “discordancias” que señala el juez en el auto entre las cantidades de vino comunicadas y las vendidas se “justifican por no haber tenido en consideración las existencias de vino en almacenes, extremo que será acreditado en el proceso de instrucción”.
Félix Solís concluye defendiendo que en toda su trayectoria ha cumplido “siempre toda la normativa relativa a nustra actividad”.