El aperitivo más famoso y característico de esta isla es el Pastizzi, una especie de pastel de pequeño tamaño hecho con hojaldre, con forma ovalada y crujiente exterior dorado. Puede verse con dos rellenos distintos. Por un lado, con ricotta o, en otros casos, con puré de guisantes con especias. Se consumen a cualquier hora del día como un snack salado y ha adquirido gran popularidad como sello de la gastronomía maltesa.
Otro elemento destacado de su cultura culinaria es el Gbejniet, un tipo de queso extendido en Malta y Gozo. Es pequeño y redondo y, principalmente, se hace a partir de leche de oveja. Aunque en algunos casos se pueden encontrar a base de leche de cabra o vaca. Hay distintas elaboraciones, desde fresco, seco o con pimienta para darle más sabor.
Continuando con los numerosos tentempiés que se pueden disfrutar en esta isla, uno muy conocido es el pan maltés, Hobza. Es esponjoso por dentro y cuenta con una corteza crujiente, generalmente de forma redonda. Aunque se puede consumir como acompañamiento de guisos y otros platos principales, una forma muy popular de comer este pan es preparándolo como Hobz biz-Zejt, que significa pan con aceite, al que se le unta tomates maduros y otros ingredientes a gusto de cada uno.
Haciendo referencia a los pescados, el más destacado es el lampuki, muy consumido en esta isla y característico de ella. Se puede comer de formas muy distintas, sin embargo, el Lampuki Pie o, Torta tal-Lampuki como lo llaman en Malta, es una de sus formas más conocidas. Se trata de un pastel de pescado y hojaldre con otras verduras y especias. Aunque también se puede degustar el lampuki a la parrilla o frito en cualquier restaurante de la zona.
Pasando a las recetas más carnívoras, existe un plato maltés muy popular llamado Bragioli. Son rollos de carne de ternera rellenos de una mezcla de huevos duros picados, pan rallado y perejil, acompañados de una sabrosa salsa. Y, siguiendo con sus maravillosos platos a base de carne, uno muy famoso es el Stuffa Tal-Fenek. Un guiso hecho con carne de conejo, salsa de tomate y vino. Sin duda, manjares malteses llenos de sabor que no se pueden dejar pasar en una visita a la isla.
Siempre hay que dejar espacio para el dulce después de una buena comida, en este caso, Malta cuenta con postres deliciosos. Los más conocidos y típicos de la zona son los Imqaret, pasteles de dátiles fritos con forma cuadrada o rectangular. Y, aunque tiene origen turco, la Helwa tat-Tork se ha convertido en un dulce tradicional maltés, hecho principalmente de tahini, una pasta de sésamo, y azúcar. A veces se añaden nueces y almendras para aumentar su sabor.